No obstante la lucha por la igualdad de la mujer debe tener orígenes mucho más antiguos, (como lo fueron las protestas que se presentaron tras el feminicidio de Hipatia de Alejandría en el año 415), con ocasión de la conmemoración de las primeras gestas visibilizadas por los historiadores y cuenteros, en 2011 se celebra el primer Día Internacional de la Mujer decretado por las Naciones Unidas de manera oficial, aunque ya existía la Resolución de la Asamblea General de la ONU desde el año 1977, pero por una cuestión de estupidez, protagonismo e imposición de poder -mentes tibias y guerras frías-, no se había acogido la fecha determinada desde el año 1965 por decreto del Sóviet Supremo de la Unión Soviética.
Pero al margen de la fecha y del acto histórico conmemorativo, ya en el presente, las protestas sociales programadas para el próximo lunes 8 de marzo servirán para evaluar el estado de las cosas inconstitucionales en perjuicio de ellas -que somos todos- y, de esta manera, enfocar la atención en el problema que subyace y no en las mujeres que han triunfado y logrado un mayor índice de igualdad. (Para ellas, felicitaciones).
Aunque es conveniente observar el entorno inmediato para continuar desterrando el machismo y el feminismo, tenga en cuenta que la justicia de género, la igualdad y equidad total entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida, no existe aún, incluso en perjuicio de los dos géneros.
De las personas que en el mundo viven en situación de pobreza, las que tienen menores posibilidades de acceso al poder e influencias, que son más propensas a la discriminación por otros factores étnicos, religiosos o de cualquier tipo, hay que decirlo, son las mujeres.
De la anterior manera, antes de protestar contra la protesta, escuchemos las arengas y reclamos que se han de difundir y entendamos que, aún entre ellas, hay discriminación, trato diferencial injustificado y que las voces de una, de diez, cien o más, merecen atención por parte de las instituciones formales y de las informales, aquellas las del estado y estas, las que representamos los ciudadanos del común y que dependen de la actitud y acción individual, como el vuelo de las mariposas, había dicho ya.
