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Felipe Zarruk
Sábado 13 de agosto de 2022 - 12:00 PM

El guerrero del camino

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Los domingos en la noche de 1990, la televisión colombiana tenía en uno de sus dos canales una serie que se llamaba ‘El guerrero del camino’, protagonizada por el actor norteamericano Sam J. Jones, quien tenía un físico muy parecido al delantero argentino Pedro Manuel Olalla, el cual dio de qué hablar en 1989 cuando con sus goles llevó de la mano al Unión Magdalena a ser protagonista del campeonato de 1989, torneo interrumpido por el asesinato del árbitro Álvaro Ortega.

El ‘oso’ Olalla inexplicablemente sale del Unión y llega a Bucaramanga en mayo de 1990. Mientras se ponía en forma, se jugaba el mundial de Italia. Tan pronto acabó la justa orbital, se reanudó el torneo finalización y Pedro Manuel debutó con gol ante el Pereira. ¡Avisaba que venía con hambre!

El equipo dirigido por Humberto ‘Tucho’ Ortíz estaba haciendo una campaña fenomenal y el público llenaba el estadio los domingos y los miércoles, daba gusto verlos correr, jugar, luchar y hacer goles por montones, gracias a ‘Kiko’ Barrios y al tucumano, quien la metía de tiro libre o cazando rebotes en el área.

Este oso trinitario no se alimentaba de salmón, de bayas, frutos secos, alces o raíces. ¡No! Este oso se alimentaba con goles. La hinchada soñaba, ¡la barra ‘Pa Tokio’ también!

Atlético Bucaramanga da el batacazo en el cuadrangular al ganarle al Quindío la noche del 20 de noviembre de ese año en el Centenario de Armenia, la cual será inolvidable para él y para todos. El partido se empató con un gol de Pedro y luego viene un ‘bombazo’ desde la mitad de cancha que sorprendió a Oscar Córdoba, quien todavía está persiguiendo ese balón. Pedro tenía una costumbre, ir a celebrar los goles al banderín del tiro de esquina. Luego del remate desde más de 50 metros, Olalla sale corriendo hasta el banderín y sintió una molestia que lo sacó inmediatamente del partido. Terminó sufriendo desde el banco y tan pronto finalizó el juego, Fernando Cotes y yo teníamos la orden de Juan Manuel González y de Fernando Pabón de entrevistarlo para Bucaramanga a como diera lugar. Yo no encontré otra manera que colgarme del ‘oso’ Olalla, quien me cargó a tuche por toda la cancha para abrazarse con sus compañeros.

Pedro siempre me dijo: “Vos me terminaste de lesionar, pero valió la pena”. El domingo, Atlético Bucaramanga jugaba contra Nacional en la primera fecha del cuadrangular, pero sin Olalla. Yo llegué al estadio con el equipo y cuando me bajé del móvil de Caracol, el asistente del vestuario me alcanzó el cable y el micrófono para entrevistar a los jugadores. Yo le dije a Olalla que quería llevarlo a la tribuna para una ovación del público. Él accedió gustoso y cuando salimos frente a la tribuna de sur, una turba de más de mil personas se nos vino encima y casi nos sepulta de no ser por la ayuda de la Policía. Reventaron el cable y terminamos haciendo la nota en la pista atlética con un inalámbrico.

En estos días recordé ese episodio por una foto que Pedro subió a las redes sociales con Higuita, quien le regaló el buzo que utilizó aquella tarde. Abrazo de oso hasta Concepción, querido guerrero del camino, te quiero mucho. ¡Te recordaremos por siempre! Chao y hasta la próxima.

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