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Isaí Fuentes Galván
Martes 21 de diciembre de 2021 - 12:00 PM

La sonrisa de Otoniel

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Al gobierno de Duque ya no se le puede creer nada. Una a una han ido cayéndose todas sus mentiras. Desde su interés por proteger el medio ambiente que pregona de labios para afuera en los foros internacionales al tiempo que autoriza pruebas pilotos de fracking en Puerto Wilches y la desforestación masiva en la Amazonía; pasando por su falaz “reforma tributaria social” y el estrepitoso fracaso de su política de “consejos municipales de juventud” en la que casi nadie, excepto algunas maquinarias electorales decidieron participar a sabiendas de lo inoperante que será esa farsa demagógica en términos de democracia, la derogatoria politiquera y amañada de la “ley de garantías electorales” y muchas más que por razón de espacio es imposible incluir.

Este Duque fue el mismo que organizó una caravana al estilo de las que le hicieron a Lucho Herrera y a Nayro Quintana cuando ganaron la vuelta a España o a la selección Colombia por el 5-0 contra Argentina, todo para celebrar la llegada al país de las primeras vacunas contra el COVID.

Está claro que Duque es pantallero y mentiroso. Que no desaprovecha oportunidad para –al igual que su amigo Barbosa- engrandecerse y exagerar su exigua y mediocre gestión. La mismísima Paloma Valencia -una de sus más leales defensoras- lo reconoció: “El hace lo que puede” dijo recientemente la senadora durante una entrevista en el Canal Capital.

Pues bueno, otra de esas grandilocuentes mentiras se le acaba de caer a Duque.

¿Recuerdan la fanfarria que armó el gobierno por la audaz operación de inteligencia militar que condujo a la “captura” de alias “Otoniel” hace unos meses y que contrastaba con la cara de tranquilidad del peligroso capo durante la operación que luego provocó muchos memes y la incredulidad de muchos que no creímos en la “exitosa y audaz operación”?

Duque calificó la captura como una de las más grandes y audaces operaciones de inteligencia y la más importante de los últimos 30 años –igual que el “histórico” aumento del salario mínimo- y solo comparable –según él- con la de Pablo Escobar.

Ayer martes en diligencia judicial ante la JEP, alias “Otoniel” declaró bajo juramento que se entregó voluntariamente y que desde tiempo atrás venía intentando conversaciones con el gobierno.

Ahora adquiere sentido la burlona sonrisa de “Otoniel” en las fotos y queda en evidencia lo que muchos sospechamos en su momento: Que no se trató de ninguna captura -como nos dijo Duque- sino de una entrega pre-acordada. ¡Vaya uno a saber lo que acordaron!

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