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Jaime Calderón Herrera
Lunes 09 de mayo de 2022 - 12:00 PM

Qué desastre

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Hay un terrorismo que va dirigido a destruir la moral de una población mediante la creación de un clima de miedo, de pánico, con víctimas indiscriminadas, también hay un terrorismo selectivo dirigido a minorías étnicas, religiosas, raciales, políticas o de cualquier minoría. El terrorismo dirigido a cosas materiales y sin pretender víctimas, aunque eventualmente se presenten, se conoce como sabotaje. Nuestra desgracia es que padecemos de todos los males anteriormente mencionados: terrorismo ejercido por guerrillas, paramilitares, y desde el mismo Estado. La creación de falsos enemigos, internos y externos, es otra forma de crear pánico, de hacer terrorismo. El pánico económico también. Hace más de un año el entonces ministro de hacienda, Carrasquilla, anunció que teníamos caja para tres semanas, haciendo pánico económico, es decir, terrorismo de Estado, tanto como lo es la indolencia ante el asesinato de los líderes sociales o las ejecuciones extrajudiciales cometidas a civiles inocentes por parte de miembros de la fuerza pública.

Los políticos en Colombia y en otras partes del mundo suelen relacionarse con criminales de manera subrepticia convirtiéndose en delincuentes, y aquí, en nuestro país, muchos, pero aún la minoría de ellos, han sido condenados por la justicia. Entre criminales, la traición es la regla. Cuando ocurre, se conoce un poquito de verdad, pero en muchas ocasiones el que habla, o aquel que se supone lo va a hacer, termina siendo asesinado.

Once departamentos fueron paralizados este fin de semana, a punta de terror. El pulso lo ganó el clan del golfo y los ciudadanos de 95 municipios en 10 departamentos sintieron la ausencia del Estado, de la fuerza pública y del gobierno. Seis personas fueron asesinadas y alrededor de doscientas acciones violentas han sido registradas.

A la alianza entre los políticos ávidos de poder y contratistas, con el objetivo de lucrarse ambos del erario, se sumó el concierto con los carteles del narcotráfico, del tráfico de armas y de la minería ilegal. El Clan del golfo, es la estructura político militar que condensa la criminalidad que nos azota y de la cual difícilmente nos libraremos, manteniendo el estado actual de las cosas del poder y del gobierno.

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