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Jaime Forero Gómez
Sábado 06 de junio de 2020 - 12:00 PM

El brócoli

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Hace 6 años, cuando analizamos los alimentos crucíferos, mencionamos la importancia del consumo del brócoli en la dieta diaria. Hablamos de los vegetales del género Brassica siendo más importante el brócoli, col, coliflor, repollo verde y col de Bruselas. El brócoli es conocido como “la joya de la corona de la nutrición”.

Con la pandemia que estamos viviendo y que desconocemos cuándo finaliza, es importante mantener un equilibrio en el sistema digestivo y flora probiótica, reguladores del sistema de defensa.

El brócoli es el mejor quemopreventivo conocido en la naturaleza; es decir, su consumo previene la aparición de enfermedades al contener fitoquímicos denominadas glucosinolatos. Los isotiocianatos, productos de la ruptura de los glucosinolatos que contienen azufre, son las sustancias que exhiben actividad anticancerosa y antiinflamatoria en etapas tempranas y son antioxidantes al reducir el estrés oxidativo, regular enzimas y controlar la apoptosis (muerte celular programada). Las enfermedades neurodegenerativas se presentan cuando la apoptosis se altera. Comer en forma regular brócoli, previene el Alzheimer, Parkinson, cáncer de pulmón, páncreas, vejiga, próstata, tiroides, piel, estómago y colon. El consumo excesivo puede bloquear la glándula tiroides.

El brócoli, así como la espinaca, arveja, huevo y leche materna, tienen también luteína y zeaxantina, carotenoides que se localizan en la retina, siendo poderosos antioxidantes y filtros para la alta energía de la luz azul.

Los pacientes que presentan coronavirus, se complican cuando tienen otras enfermedades, usualmente crónicas, que alteran el equilibrio intestinal, presentando lo que llamamos hoy, intestino permeable. Esta enfermedad produce grietas en la pared del intestino permitiendo que muchas sustancias incluyendo partículas virales, entren a la sangre, produciendo la respuesta inflamatoria severa y falla orgánica múltiple que los complica, llevándolos a cuidado intensivo.

Un fitoquímico descubierto, llamado indolocarbazol, se encuentra en grandes cantidades en el brócoli y col; estimula la respuesta inmune, equilibra la flora probiótica y cicatriza la pared intestinal “curando” la permeabilidad intestinal.

Consumir alimentos crucíferos, especialmente brócoli y col, mínimo tres veces por semana, equilibra el intestino, tornándolo sano. Intestino sano es igual a curar la colitis, colon irritable y el intestino permeable, previniendo complicaciones graves.

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