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Jaime Forero Gómez
Viernes 09 de octubre de 2020 - 12:00 PM

Ensaladas y aderezos

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Cada país o región tiene sus costumbres y nos llama la atención que en Turquía y Grecia el alimento principal en el desayuno, puede ser una ensalada.

La historia de la ensalada tiene más de 2000 años cuando los babilonios utilizabas aceite y vinagre para aderezar los vegetales. Los egipcios aderezaban con aceite, vinagre y hierbas y especies asiáticas. Ya en el siglo XIX, los griegos preparaban sus ensaladas con los productos que cultivaban siendo esencial consumirlas al desayuno y almuerzo, utilizando tomates, cebollas, pepinos, pimiento verde, aceituna y queso feta, aderezando con aceite de oliva y orégano. En Italia los aderezos los preparan con aceite de oliva y sal utilizando cada día más el vinagre balsámico.

En Colombia cada día se utiliza y consume más el hogo u hogao y los encurtidos conservados en aceites diversos con ingredientes orgánicos y sin preservativos.

El modernismo nos ofrece hoy aderezos comerciantes, llenos de fructosa de jarabe de maíz, química, grasas trans, aceites transgénicos omega 6 altamente procesados y algunos tienen glifosato. Los aderezos sin grasa la sustituyen por esa fructosa altamente tóxica. Miremos bien los ingredientes en las etiquetas de los aderezos comerciales, cuando los compremos.

Una sugerencia para evitar ingredientes tóxicos es volver a la antigüedad, usando ingredientes como el hogo, sin olvidar el aceite de oliva y el vinagre de vino tinto o blanco., dándole un sabor delicioso a la ensalada, mejorando el sabor de algunos vegetales. Recordemos que el vinagre de vino sirve también para marinar y ablandar alimentos proteicos.

Para finalizar hablemos del vinagre “Balsámico”, nombre del vinagre en italiano y cuya definición habla de algo curativo.

A diferencia de los vinagres de vino, el vinagre balsámico no se produce directamente del vino sino del mosto de la uva, un jarabe concentrado que se produce al hervir el jugo de la uva. Ideal buscar balsámico sin procesamiento industrial. Qué tal que Sergio Rangel nos sorprendiera con un balsámico “orgánico” hecho en Zapatoca.

Una buena ensalada, aderezada con aceite y vinagres diversos, equilibra en forma ideal la flora probiótica intestinal, mejorando las “defensas”.

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