La semana pasada, la prensa informó que -como resultado de la presión de animalistas- el Ministerio de Trabajo impidió la participación de niños en las corridas de toros que se realizaron en Cali. Uno de los argumentos citados para sustentar la prohibición es el artículo 117 del Código de Infancia y Adolescencia que establece “ninguna persona menor de 18 años podrá ser empleada o realizar trabajos que impliquen peligro o que sean nocivos para su salud e integridad física o psicológica”. Y las corridas implican efectivamente riesgos. Por ejemplo, se informó que “Una tradicional corrida de toros estuvo a poco de acabar en tragedia en Huancavelica (Perú) luego de que el animal lograra salir del ruedo e embistiera fuertemente a un niño de cuatro años, a una profesora y otras personas” (Infobae, junio 28/2022).
Aparte de los riesgos para las personas, se resalta también la tortura y matanza de los animales. Según la Sociedad Humanitaria Internacional: “Cada año, aproximadamente 250.000 toros mueren en las corridas de toros”. Estas.. “ya están prohibidas por ley en muchos países, incluidos Argentina, Canadá, Cuba, Dinamarca, Italia y el Reino Unido. Aunque legal en España, algunas ciudades españolas, han prohibido la práctica de las corridas de toros. Solo hay unos pocos países en el mundo donde todavía se lleva a cabo esta práctica (España, Francia, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador)”.
En este contexto, se informó que el Senado aprobó el Proyecto de Ley 085 de 2022 “por medio del cual se prohíben progresivamente las prácticas de entretenimiento cruel con animales y se dictan otras disposiciones”. En el artículo 4º se precisa que “A partir de los dos (2) años siguientes a la entrada en vigencia de la presente ley, se prohíben las corridas de toros, las novilladas, las tientas, las becerradas, el rejoneo, las corralejas y las riñas de gallos en todo el territorio nacional”. La senadora Andrea Padilla del Partido Alianza Verde, ponente del proyecto, declaró: “Es histórico lo que acabamos de lograr y ahora vamos a defender el proyecto en la Comisión Quinta de la Cámara y en la plenaria. Estamos seguros de que lo lograremos” (El Tiempo, diciembre 16/2022). Esperemos que el trámite que falta lleve a la prohibición total de estas anacrónicas actividades en Colombia.
