La Ministra de Salud dió a conocer en días pasados, el borrador de uno de los componentes de su reforma de salud, encaminado a fortalecer las actividades de promosión de la salud y prevención de la enfermedad, como parte fundamental de la sostenibilidad del Sistema y para ser ejecutado por el sector público.
Las EPSs se quedaron cortas en sus acciones en estos aspectos y su dedicación a curar lo urgente, no permitió valorar suficientemente el impacto y las bondades de evitar la enfermedad.
También debemos decir que la salud no es solo responsabilidad de las EPSs y ni siquiera solo del sector salud, éste es un campo que involucra todo el gobierno, porque la razón de perder la salud es multifactorial, a lo cual contribuye el nivel de educación, las condiciones de trabajo, el ambiente sano, la cobertura de servicios publicos, las condiciones socio-económicas, la seguridad y en fin, todo lo que concierne con la calidad de vida; sectores en los cuales las EPSs no tienen competencia.
La propuesta de la Ministra es interesante; pretende volver a lo que se tenía antes de la ley 100, en que las secretarías de salud eran las responsables; pero no funcionó porque no se le dió la importancia que tenía, como tampoco la articulación con las otras áreas del gobierno, la cual era vital para lograr resultados. Las secretarías de Salud eran y ahora más, despachos de segunda en las prioridades de la administración pública.
El modelo está bien planteado y desde 1978 en Alma Ata, la OMS lo propuso como la mejor forma para superar las dificultades en los paises en desarrollo; utilizar la atención primaria como estrategia de promosión y prevención y un primer nivel resolutivo fuerte, como lugar de atención básica.
En nuestro caso se dio lo contrario, el debilitamiento de la salud pública y el fortalecimiento de la atención remedial, con el mayor nivel de complejidad posible, con frecuencia no pertinente pertinente, incrementa los costos y hace insostenible el Sistema.
Preocupa su implementación, el escaso recurso humano disponible, el cambio de costumbres de la población, el apoyo de los otros sectores y el fortalecimiento de los entes locales y regionales, quienes serán en últimas los responsables de su aplicación. Ojalá esta vez funcione y cumpla los objetivos planteados.
