Me preocupa mucho que los colombianos no estemos cayendo en cuenta de las graves afectaciones que tenemos en el país por la ola invernal que nos acecha. Me inquieta todavía más que no veamos las causas que hay detrás y lo lejos que estamos de tener un sistema de prevención efectivo y de rápida reacción cuando estos acontecimientos ocurren.
Hice un sondeo entre algunos de los gobernadores del país de las regiones en donde más afectaciones ha habido y las quejas frente a las acciones desplegadas por la Unidad de Gestión de Riesgo no se han hecho esperar. Ahora bien, me pregunto -y les pregunto a esas autoridades departamentales- si también han puesto de su parte para evitar el reasentamiento de personas que no deberían estar habitando ciertos lugares o si han hecho seguimiento de los reubicados en tragedias anteriores para saber qué ha pasado con las viviendas a donde han terminado a parar o con los subsidios recibidos.
No parece haber en este país un control frente a estos temas y, lo peor del caso, es que, según las investigaciones que están haciendo las entidades de control, la plata destinada a la mitigación de adversidades anteriores, podría haberse embolatado producto de la corrupción o el desgreño administrativo.
Según lo revelado el viernes pasado por la periodista Maritza Aristizabal en su sección de “El Termómetro” en Noticias RCN, “hay contratos por un billón de pesos de proyectos o supuestos proyectos e inversión que no se relacionan con los resultados. La alerta más grande que ha originado la Contraloría General, está sobre contratos de La Mojana sucreña desde 2018 hasta 2022”. ¿Se invirtieron bien esos recursos? ¿Se ha hecho una valoración técnica apropiada de los dineros dirigidos a la adaptación al cambio climático y las ayudas para las víctimas?
Hoy hay en Colombia cerca de 800 mil personas damnificadas y alrededor de 3 millones afectadas de alguna manera. La tragedia, insisto, no está siendo vista en toda su dimensión. Necesitamos más que nunca llamar a la solidaridad y poner los ojos sobre las acciones gubernamentales. Frente a lo primero, la Cruz Roja Colombiana viene haciendo un trabajo meritorio y se puede ayudar a través de CruzRojaColombiana.org. Por el otro lado, vale la pena que las famosas “ías” se pongan en acción y que los gobiernos trabajen coordinadamente para sacar adelante el país en medio de esta profunda crisis.