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José Manuel Acevedo
Domingo 24 de octubre de 2021 - 12:00 PM

La caída de Otoniel

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No es una exageración del presidente Duque: Otoniel era uno de los capos más temibles y, por eso, más buscados en todo el mundo. Sus conexiones con la mafia internacional, su estrecha relación con los carteles mexicanos y el poder ofensivo de la organización que fundó dan cuenta de la capacidad para hacer daño que tenía este capo de nuestros tiempos. Sí. Era uno de los más peligrosos criminales del siglo y por eso el golpe que le dieron la Policía, el Ejército y la Fiscalía, en una operación memorable, también merece ser catalogado como uno de los más importantes de las últimas décadas.

Y aunque es verdad que, como cabeza de monstruo mítico, los jefes de estos clanes se reproducen de forma acelerada mientras el negocio subsiste, capturar a Otoniel y no darlo de baja es otra de las cosas que hay que celebrar y que reivindican el papel de la inteligencia en el país que se había visto mermado en los últimos gobiernos. Las operaciones con precisión milimétrica como ésta permiten llevar a estos hombres a estrados judiciales; que entreguen rutas y dinero que permita reparar a las víctimas y que se haga justicia con criminales que mucho daño han causado.

El golpe también devuelve una parte de la confianza maltrecha que parecía haberse tomado muchos de los discursos de los líderes políticos en contra de las fuerzas armadas. Con la lamentable excepción del intendente Edwin Blanco que perdió su vida en esta operación, los policías, soldados e incluso cinco fiscales especializados que se empeñaron en lograr lo que ahora es un hecho, salieron inermes de la estrategia en la que arriesgaron su propia integridad y hoy pueden contar con orgullo que atraparon a un hombre que por años parecía tener un pacto con el diablo para no dejarse coger.

Finalmente, la operación que, como dijo el General Navarro, tuvo tanto de “iniciativa, secreto y sorpresa”, también deja claro que cuando las fuerzas interinstitucionales deciden cooperar y mirar hacia un mismo foco son imparables en su propósito. Fiscalía, Policía y Ejército están más sólidos y unidos que nunca y ese esfuerzo tendría que verse también reflejado en las ciudades con la seguridad urbana, un propósito fundamental en este cierre de año.

Felicitaciones y gracias a quienes hacen posible que un criminal menos, esté suelto por ahí matando gente y envenenando a la juventud.

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