Ante una coyuntura tan desafiante, Andrea Lorena Cárdenas, estudiante del colegio New Cambridge en Floridablanca (Santander), sorprendió al país por ser la primera mujer en la historia en sacar un puntaje perfecto en las pruebas Saber 11 (500/500). El Presidente de la República le rindió un homenaje en la Casa de Nariño y le otorgó la medalla de la excelencia académica “Simón Bolívar”. Asimismo, la empresa Ecopetrol le entregó una beca que cubre la matrícula en cualquier universidad del país para estudiar medicina, la carrera de sus sueños. Al escuchar a Andrea en las entrevistas, es fácil reconocer que no sólo tiene grandes capacidades académicas, sino también habilidades de liderazgo.
Este logro es producto de la combinación de una joven disciplinada y talentosa, una familia comprometida, y un colegio con excelentes profesores y equipo directivo, entre otros. Andrea es el reflejo del incansable esfuerzo que múltiples actores en el departamento le han dedicado a la educación por décadas. Santander siempre ha punteado en calidad de la educación básica y media tanto privada como pública. Sin embargo, si bien los colegios oficiales del departamento están entre los mejores del país, la brecha respecto a los colegios privados se ha ampliado. Mientras que entre estos últimos hay 8 en el top 100 en Colombia, el colegio oficial con el mejor puntaje promedio en las pruebas Saber 11 ocupa la posición 395, según los resultados de 2019.
Esta brecha será aún más pronunciada a raíz de la pandemia. El cierre de los colegios genera una pérdida de aprendizaje sin precedentes, conflictos intrafamiliares y alteraciones en la salud mental y, por consiguiente, abandono escolar, abuso infantil, desigualdad de género y pobreza. Consecuencias incalculables. Por estas razones, UNICEF ha señalado que se debe evitar una generación perdida a causa de la COVID-19, y que los niños y adolescentes representan el menor porcentaje de contagios.
Hay que reabrir los colegios de manera segura. Como bien lo señaló el Secretario de las Naciones Unidas, “ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdades, necesitamos la educación, el gran igualador, más que nunca”. Andrea es un ejemplo de progreso gracias a la educación y no podemos dejar a nadie atrás. La educación en Santander ha sido y deberá seguir siendo motivo de orgullo.
