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Juan Pablo Remolina
Viernes 02 de septiembre de 2022 - 12:00 PM

Magdalena Medio: unión o desunión

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i bien el Presidente Petro ha generado un interesante debate a raíz de la propuesta de crear el departamento del Magdalena Medio, su enfoque genera desunión y distrae la atención de lo que verdaderamente se necesita: inversión que genere una mejor calidad de vida a sus habitantes. El debate es interesante porque en el fondo está una región que ha estado marginalizada. Pese a que el Magdalena Medio ha sido epicentro del conflicto armado , varios de sus municipios no se han beneficiado con los recursos para la paz. Otros son importantes productores de hidrocarburos y minerales, pero no se han creado encadenamientos productivos y en varios casos las regalías no se han reflejado en una ejecución de proyectos pertinentes, transparentes y eficientes.

Estos municipios comparten el río Magdalena. Sin embargo, la confiabilidad en la navegabilidad y el desarrollo de un transporte adecuado de carga y de pasajeros, sigue siendo una aspiración frustrada. Lo mismo sucede con el tren y las carreteras. La infraestructura y la calidad en salud, educación y saneamiento básico son precarias. Los indicadores de pobreza son altos, y dada su lejanía de las capitales de los respectivos departamentos, hay recelo y desconfianza.

No obstante, la creación de un nuevo departamento debilitaría a los del área de influencia y por lo tanto sus capacidades para atender al resto de municipios. Se aumentaría significativamente el gasto en burocracia, pues implica la financiación de una gobernación, de entidades descentralizadas, una asamblea y una contraloría departamental, en detrimento de la inversión pública, sin que eso signifique mayores recursos del orden nacional. La creación del distrito de Barrancabermeja así lo demuestra. Una conversión de entidad territorial que se realizó sin que los estudios demostraran su conveniencia, y que a la fecha no ha tenido mayores beneficios.

El tiempo es corto y la comunidad demanda soluciones eficaces y sostenibles. Un esquema asociativo, que vincule no solo a los municipios del Magdalena Medio, sino también a los departamentos y a la nación, permitiría tener una estructura más ligera, una voz fuerte y la posibilidad de contar con mayores fuentes de financiación. Asimismo, se requiere que esta articulación incluya a los sectores académico, social y privado, y que se aproveche el interés de la nación para que salde la deuda que tiene con el Magdalena Medio mediante inversión real y el fortalecimiento de las capacidades territoriales. Esta región debe unir y no desunir. El Magdalena Medio es el corazón del país, y si hacemos que bombee con fuerza, le damos vida a Colombia.

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