En reminiscencia de mi artículo de la semana anterior expresaba allí mi acuerdo con la decisión de que en la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos oyeran primero a los organismos de control, antes de reunirse con los violentos que promueven el paro, la violencia nacional. Ahora bien, actualmente es casi un imposible saber en donde estamos, para donde vamos. Mientras el Gobierno “mantiene el diálogo”, y hace propuestas de diálogos regionales, simultáneamente con el anuncio de la transformación de los estatutos disciplinarios, proclamando que el Estado es garante de los derechos humanos, el comité suspende el diálogo y tiene la propuesta de un paro nacional de actividades para el miércoles 9 de junio.
En temática bien distinta, esta semana ha sido calificada como la más crítica desde cuando empezó la pandemia del covid-19, exaltando el caos en que se encuentran clínicas y hospitales.
Pasando a lo positivo de mi artículo anterior, resaltaba allí el gran triunfo de Egan Bernal, en el Giro de Italia y es de desear aquí que el anuncio de “asalto” a Egan por el covid-19 sea una falsedad.
Siguiendo en lo deportivo, deseaba hace una semana en que Colombia lograra el triunfo futbolístico frente a Perú y así fue, 3-0. Que este triunfo para las eliminatorias del mundial de fútbol de Catar se repita el martes 8 cuando enfrentamos a Argentina en Barranquilla.
Ahora bien, en tema bien distinto y con la venia a Vanguardia, a mis lectores, Sonia, quien es todo en mi vida, incluyéndola en mis libros, mis escritos, se encuentra desde hace varios días en atención médica en Clínica, no por covid-19, pero sí por “desasosiego” producto de la pandemia.
Invito a mis lectores a que me acompañen en mis oraciones para que Dios me le recupere, me la regrese, nos la regrese, como mujer, persona íntegra que siempre ha sido. Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío.
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