¿Qué esperamos que la juventud de hoy haga por el futuro de nuestra sociedad? Un país más justo, con más oportunidades, menos violencia y más educación. Pero los indicadores nos siguen mostrando que vamos por el camino equivocado: El desempleo juvenil en el área más alto en 5 años; disminución en los niveles de inglés en colegios públicos y privados; incremento de homicidios entre los 15 y 24 años. Creo que gran parte de la responsabilidad la tenemos nosotros como padres y educadores de esta generación. Siendo padre de una adolescente y otros 2 en camino, aplaudo la decisión de los gobernantes locales de imponer medidas como el toque de queda así como el retorno total a presencialidad escolar. Ojalá esta y muchas otras decisiones fuera tomadas por los padres, pero pareciera que cada vez más son nuestros hijos quienes mandan en casa.
El consumo en dispositivos electrónicos y redes sociales está completamente desbordado. No importa que TikTok, Facebook y WhatsApp tengan claras políticas de edad para su uso, todo niño quiere tener acceso. De nada valen los llamados de organizaciones como la Sociedad Colombiana de Pediatría o Red Papaz, nuestra respuesta es que “es más cómodo porque puedo localizarlo cuando lo necesito” o “si todos lo tienen yo por qué no”.
La adolescencia es el tiempo de probar cosas nuevas como el alcohol o las drogas. La curiosidad, sentirse bien o simplemente para pertenecer a un grupo son las razones más comunes. Es tan fácil conseguir alcohol en Colombia que el 85% de los menores de 18 años dicen haberlo consumido en algún momento, es más, según Red Papaz, a los 12 años lo prueban por primera vez mientras que el 25% de los fumadores empieza a los 14 años. Aunque sabemos de estos indicadores, hay padres permisivos que no le ven problema.
Aunque la comunidades más vulnerables están más propensas a estos riesgos, necesitamos mayor rigor en la aplicación de la ley, más educación para los niños y jóvenes sobre los riesgos y definitivamente más conciencia de los padres si queremos una mejor sociedad.