La pandemia logró que el trabajo remoto fuera una realidad, brindando nuevas posibilidades para todos soportado en encuestas que demostraron que quienes nos vimos en obligación a trabajar así, soñamos con grandes beneficios. Traigo este trillado tema pues el debate sobre la productividad y el horario laboral aparece nuevamente en publicaciones con datos en Twitter y en informes de la Ocde en donde, a pesar de que el país es el que más temprano inicia sus jornadas laborales (6:31 am), su productividad no se encuentra en los primeros lugares del mundo. Sueño en poder combinar lo vivido en pandemia, estos nuevos datos y las iniciativas legales para disminuir el horario laboral en Colombia para convertir nuestra nación en un ejemplo de equilibrio personal y profesional pero acompañado de grandes resultados.
Un colombiano trabaja 48 horas por semana, muy por encima de las 40 horas recomendadas por la Organización Internacional del Trabajo desde 1935; otro estudio del Foro Económico Mundial en 2021 encontró que dos tercios de los trabajadores querían libertad de trabajar de forma remota mientras que un estudio de McKinsey & Company en 2022 sugiere que 6 de cada 10 estadounidenses habían tenido la oportunidad de trabajar desde casa al menos un día a la semana; Según Buffer, plataforma de gestión de redes sociales sobre cultura y trabajo remoto, el 77% de los encuestados dijo que eran más productivos cuando trabajaban de forma remota.¿por qué no hablamos más a fondo de esto?
Son precisamente los empresarios tradicionales, sin interés en el bienestar de sus equipos, quienes rechazan la idea del trabajo remoto, mientras que países como España, y otros más, son un ejemplo de cambio pues ofrecen visas para trabajadores remotos, también conocidos como “nómadas digitales” con incentivos fiscales para atraerlos. Atrás quedó el pensamiento de que cantidad de horas es igual a productividad, así como tampoco lo es ir a la oficina. ¿Qué tal que esta sea la solución para la congestión del tráfico y la contaminación en las ciudades?