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Puno Ardila
Viernes 10 de febrero de 2023 - 12:00 PM

Nos salió político el jijuepuerca

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Roger Alcides Cisneros Parales salió en Las 2 Orillas (https://www.las2orillas.co/nos-salio-charaleno-el-rodolfo/) a echarle pestes a Rodolfo Hernández, e insulta a los charaleños, porque dice que la expresión “me salió charaleño” es que «traiciona o es un falso impostor [?]. Un mentiroso. Un falso. Un hipócrita. Un voltearepa» [sic].

Para información de Cisneros, era muy cotizado el trabajo de los charaleños en la elaboración de la panela, en moliendas de una semana entera, con turnos de hasta veinte minutos; es decir, el corinche y el templador tenían que trabajar veinte minutos y descansar veinte, y así durante el día y la noche de una semana entera. Los trapicheros charaleños, entregados con calidad a su extenuante y peligrosa obligación, presionaban a los dueños de trapiches y exigían condiciones especiales: desayuno, puntal (o rumbeador o rumbio), almuerzo, piquete, comida y friagua, seis comidas diarias; además, suministro generoso de panela para el guarapo, iluminación artificial desde las cinco de la tarde... hasta dosis de aguardiente pedían al final del siglo pasado. Y así fueron alcanzando fama, por trabajadores de calidad, pero también por exigentes, lo que entre santandereanos se fue asociando con “joder”.

Hasta ahí, lo que puede verse no es más que reivindicaciones laborales que, por cierto, distaban de ser verdaderamente justas. Claro que hoy, si no alcanza para pagarles lo que se pagaba el siglo pasado, menos alcanzaría para pagarles alguna suma digna, porque la panela sigue a precio de tripa picha.

Pero volvamos al cuento: ¿De dónde saca Cisneros eso de que “me salió charaleño” no es por exigente, sino por falso? Entre otras cosas, si algo tienen los charaleños que he conocido en toda mi vida es su sinceridad y su arrojo. Me parece, dadas las circunstancias reales que pretende el texto (bastante deficiente, lleno de escupitajos contra Rodolfo Hernández, por hechos y situaciones que cualquier ciudadano con dos dedos de frente ha dado por verdades desde mucho antes de la última campaña electoral), es qsue cuando alguien en Santander resulte traidor, impostor, mentiroso, falso, ladrón, hipócrita, voltearepas y todo lo maluco, debiéramos popularizar la expresión “nos salió político el jijuepuerca”.

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