El año anterior, concretamente el 18 de diciembre de 2022, este diario publicó un extenso artículo donde denunciaba que la devastadora minería ilegal de oro ya estaba en Bucaramanga, y precisaba que por obra y gracia de ello, las explosiones que conlleva esa actividad ilegal se escuchan en barrios como Estoraques, Monterredondo y Manzanares, ubicados muy cerca de la escarpa occidente de esta ciudad. En ese artículo se refiere que muchas de las tareas en las que se ocupaban habitantes de esa zona han sido abandonadas por la búsqueda de oro en esa escarpa.
Producto de ese negocio ilícito y sin ningún control, hecho de manera rudimentaria, se han emprendido operativos de la Policía Nacional y la CDMB en los que se ha encontrado que para esa labor se está utilizando mercurio, producto altamente tóxico, que ha venido contaminando quebradas como Chapinero y La Cuyamita, cuyos desechos van a parar a los ríos Frío y Oro, todo lo cual termina afectando también al río Lebrija. Ese producto químico no sólo atenta contra el medio ambiente sino que también sus vapores afectan a los seres humanos que pueden presentar diferentes enfermedades de difícil tratamiento. Pero eso no es todo, estos delincuentes que realizan esas faenas ilícitas están poniendo en riesgo el talud de toda esa escarpa con inmenso peligro para la estabilidad de esos barrios pues generan grandes desprendimientos de tierra con chorros de agua a presión.
Los problemas que están creando todos esos mineros ilegales son de tal magnitud, que a mediano plazo el municipio de Bucaramanga, no va a tener la capacidad de contener pues son muchos los sujetos que están dañando toda esa área, al punto que solo el año anterior fueron capturadas casi 100 personas que casi siempre quedan en corto tiempo en libertad debido a que los códigos expedidos por un Congreso corrupto, contiene normas muy débiles que es muy poco lo que hacen en el tema sancionatorio en esta materia.
Por todo lo dicho se considera que Santander es el departamento con más riesgo ambiental del país, si le agregamos lo que pasa en el Páramo de Santurbán.
