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Viernes 11 de noviembre de 2022 - 12:00 PM

Urbanismo para una vivienda digna

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El acceso a una vivienda digna ha sido reconocido como un derecho por Naciones Unidas, la Constitución y el Acuerdo Municipal 005 de 2015. No obstante, de acuerdo con Bucaramanga Cómo Vamos, la ciudad tiene 17.700 hogares con hacinamiento, 2.600 con problemas en el material de sus paredes externas, 9.300 desconectados del servicio de alcantarillado y 8.900 que no poseen conexión a acueducto, entre otras problemáticas.

Visto este panorama tan complejo, que se traduce en dificultades diarias para cientos de familias, es necesario implementar con seriedad la política de vivienda. Hay que brindar subsidios para el mejoramiento de vivienda de los hogares más vulnerables, facilitar la reubicación de los hogares con más exposición a desastres naturales y garantizar vivienda digna para las familias más vulnerables (desplazados, víctimas del conflicto y en general familias sumidas en pobreza extrema). También es necesario diseñar soluciones para los asentamientos ilegales, aunque sobre este tema profundizaré en una próxima columna.

Sin embargo, no solo se trata del acceso a la vivienda, sino también de la calidad urbanística; de garantizar un entorno agradable dotado de espacio público, facilidades de transporte y equipamientos urbanos. Además, la política de vivienda debe apuntar a reducir la segregación espacial manifestada en la división territorial entre ricos y pobres. Solo basta ver los mapas publicados por el DANE a propósito de la distribución territorial de ingresos por hogar para darse cuenta de esta situación que rompe con el tejido social. En los últimos años este tema se ha convertido en uno de los principales retos para la gestión urbana.

Pensar ciudad es trabajar en garantizar una vivienda digna para todos los ciudadanos, bien sea por medio de incentivos para la vivienda de interés social o a través de subsidios para el mejoramiento de vivienda; todo acompañado de intervenciones para la renovación urbana. Desde mi trabajo como arquitecto he tenido la oportunidad de conversar con empresarios de la construcción y varios de ellos están interesados en apostarle a este tema bajo los incentivos necesarios; se trata de trabajar mancomunadamente y conseguir acuerdos de mutuo beneficio para el sector y la ciudadanía, ojalá desde una perspectiva de área metropolitana.

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