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Sergio Arenas
Domingo 20 de marzo de 2022 - 12:00 PM

Debates o realities

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Los colombianos estamos muy sorprendidos en esta recta final hacia la presidencia de Colombia. Hoy tenemos 4 candidatos líderes del proceso electoral, Gustavo Petro, Federico Gutiérrez, Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo, y todo apunta a que Fico y Petro terminarán en segunda vuelta. Pero más allá de ello, los debates presidenciales se han convertido en espacios que insultan la inteligencia de los colombianos. El nivel de improperios, descalificativos e insultos no tiene límites. Lo más grave es que un gran número de ciudadanos lo disfruta como si fuera un gran «reality» de alguna cadena de televisión.

La crisis que como sociedad estamos viviendo es absolutamente preocupante, los resultados de las elecciones al Congreso y de la consulta lo demuestran. Los candidatos más calificados e idóneos quedaron eliminados de las contiendas y reemplazados por youtubers y jóvenes que serán carnada fácil del sistema, y de no serlo serán grandes opositores permanentes y sin sentido que estancarán el país, pero que para mantenerse vigentes saldrán por las redes sociales gritando cuanta idea se les ocurra.

Los medios de comunicación que organizan estos debates están más preocupados por el número de conectados que por la calidad de las entrevistas. Tienen la obsesión morbosa de poner sobre la mesa temas personales de los candidatos, llaman cual pasquín amarillista teniendo a los televidentes conectados para mejorar el «rating».

Los candidatos caen en el juego de las ofensas, se desnudan ante el público y dejan ver que pertenecen al mismo sistema con diferente rostro. Los invaden las ansias de poder y se agreden indiscriminadamente.

Estos candidatos se venden como grandes pensadores proponiendo soluciones, dicen ellos, estructurales para el país. Prometen que los colombianos no tendrán filas o que los recursos privados de las pensiones se repartirán para todos los colombianos por igual.

Los colombianos merecemos debates con altura. No podemos seguir patrocinando debates en donde las propuestas o no existen o se convierten en mentiras sistemáticas.

Los debates deberían tener presente una comisión de expertos en los componentes estructurantes del Estado, que pongan sobre la mesa temas en donde el país necesita realmente buenas decisiones de los gobernantes.

No podemos seguir escuchando las incoherencias de expropiar el ahorro pensional y las tierras de los ciudadanos, controlar precios de sectores de la economía, acabar con el sistema de salud, imprimir billetes, crear bancos públicos, hablar de megaobras inconstruibles y crear impuestos que acaben con los empresarios.

No queremos más «realities». Si seguimos así, terminará siendo elegido Jaider Villa.

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