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opinion/columnistas/victor castillo
Viernes 01 de abril de 2022 - 12:00 PM

Cómo superar la desigualdad

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La solución a la desigualdad no se logra mediante la expropiación de recursos sino por la generación de más riqueza para nuestro país en el marco de una economía social de mercado, un modelo que protege la libertad de la economía y a la vez impulsa la protección social de cada uno de los ciudadanos.

Colombia tiene un ingreso per cápita de 5.920 dólares, cifra muy distante del promedio de Europa que se ubica en 42.000 dólares. Esta situación nos obliga a pensar en estrategias para aumentar el ingreso a través de la generación de empleo calificado, como el mejor camino para sacar a más personas de la pobreza.

Lo principal y más importante es la educación. Es fundamental mejorar la calidad y ampliar la formación en campos de alta demanda para el desarrollo del país. De esta forma se reduce el tiempo de búsqueda de empleo o desarrollo de emprendimientos, y se mejora la calidad de vida de la población.

Para ello es vital redireccionar los esfuerzos de educación hacia aquellas carreras que se requerirán en el futuro en áreas como cuidado de la salud, comercio electrónico e ingeniería y desarrollo de software. Hoy en el mercado laboral evidenciamos algunos extremos: mientras hay saturación de profesionales en algunas áreas, hay otros trabajos especializados para los que no hay mucho talento humano capacitado. Eso refleja falencias en la planeación de la oferta académica y falta de orientación adecuada para ayudar a los estudiantes a elegir sus carreras.

La situación de desigualdad es más compleja de resolver en Colombia que en otros países debido a la diversidad cultural, racial y geográfica de sus regiones, por lo que se debe establecer una estrategia inteligente e innovadora para encontrar una solución que se adapte a cada una de nuestras realidades y permita la generación equitativa de riqueza.

Para poner un ejemplo me referiré a la situación del Chocó, donde sus habitantes no tienen muchas oportunidades de trabajo por cuenta de una clase política que históricamente se ha dedicado a saquear sus arcas.

Las acciones para el cierre de esta brecha debe ser objeto de análisis sociológico a profundidad, de tal forma que se identifique ese nicho de oportunidades de desarrollo específico que permita a sus habitantes disponer de procesos de formación pertinentes, que conlleven a la generación de empresas y puestos de trabajo que se adapten a las condiciones de la región.

Lo mismo habría que hacerse con Nariño, el Cauca y en general todas las regiones que se han visto afectadas enormemente por la desidia política y la violencia promovida por los grupos armados al margen de la ley y el narcotráfico. Es fundamental conocer detalladamente nuestro territorio y cultura para lograr salidas que respondan al interés y la necesidad de las diferentes comunidades.

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