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Editorial
Viernes 27 de enero de 2023 - 12:00 PM

El Par Vial de la Calle 54 sigue siendo una utopía

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Son muchas las obras que los santandereanos hemos visto recorrer las décadas, casi los siglos, por el camino de las promesas y muy pocas las que han logrado pasar al carril de las ejecuciones. Recordamos al senador Hugo Serrano Gómez insistir durante toda su vida, en la hidroeléctrica del Sogamoso, obra que finalmente se hizo, pero al final de decenios de aplazamientos y esperas sin fin. Lo mismo le pasó al también fallecido senador José Luis Mendoza Cárdenas, quien recorrió varias legislaturas y los pasillos de la Casa de Nariño impulsando la vía a Cúcuta por el alto de El Escorial, sin que llegara a verla porque finalmente nunca se hizo y se escogió la ruta por Pamplona.

El Viaducto de La Novena, hoy Alejandro Galvis Ramírez, tuvo la misma travesía de año en año y de alcaldía en alcaldía, hasta que finalmente fue ejecutada; y, hay otras obras, necesarias e importantes que se prometieron y nunca se hicieron en Bucaramanga, como el cable de la carrera 33 a Morrorrico, o la vía rápida entre el Acueducto Metropolitano y Girón, por el occidente, por citar sólo dos. Pues, en la misma categoría está el Par Vial de la Calle 54, una obra necesaria, sin duda, que luego de múltiples aplazamientos y reclamos de la comunidad, acaba de volver al punto cero, porque el Concejo acaba de archivar el proyecto de Acuerdo que le dio origen.

En pocas palabras, la expectativa de su construcción se esfumó, la posibilidad de que renazca se extendió en el tiempo y tanto más lo será la hora en que la obra esté concluida. El Concejo tomó su decisión al considerar que había inconsistencias, dudas sobre los avalúos, ninguna socialización y cobros injustificados de valorización a los predios que se afectarían con la obra, y todo esto casi seis años después de que, como se suponía al comienzo, la obra debía estar construida.

Así como es útil este Par Vial de la Calle 54, por lo menos desde mediados de los 90 se ha insistido en la necesidad de mejorar, ampliar o construir nuevas vías en sentido oriente - occidente que ayuden verdaderamente a desahogar el tránsito de la meseta. Se ha hablado de pasos elevados sobre las carreras 27 y 15 al menos con las calles 56 y 36, que tienen una utilidad evidente, pero nunca han pasado de ser un planteamiento y nada más, mientras el parque automotor crece al mismo ritmo del transporte público ilegal y la accidentalidad. Es hora de que, desde el punto de vista vial, comencemos a darle cara de futuro a la ciudad.

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Publicado por Editorial

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