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Editorial
Domingo 04 de junio de 2023 - 12:00 PM

Elecciones, mentiras y videos

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Al tiempo que comienzan a agitarse las campañas políticas que buscan obtener victorias el próximo 29 de octubre en alcaldías, concejos, asambleas y gobernaciones, se multiplican las denuncias y las quejas de partidos y movimientos políticos, y también de la ciudadanía en general que ya siente el acoso de candidatos que recorren las calles, golpean a las puertas, llaman por teléfono, infiltran los chats personales y sacuden incesantemente las redes sociales, con la idea fija de que su nombre, su figura o sus representaciones sean las que más se destaquen en medio del barullo.

Las campañas políticas que antes promovían ideas, programas e ideologías, hoy solamente difunden slogans, videos calculadamente escandalosos y toda clase de historias, muchas de ellas falsas o tendenciosas, con el objetivo claro y delictual de calumniar al rival, para descalificar su aspiración electoral. En las sociedades actuales, la política ya no es el insumo principal en los procesos electorales, sino que ese lugar lo ocupan hoy las redes sociales y sus millonarias audiencias, que han hecho del caos informativo una ventaja, sin importar que, entretanto, la suerte de los municipios y departamentos quede en manos de quienes son capaces de escandalizar más y no de trabajar mejor.

El caso ocurrido en Cali con la candidata a la alcaldía, Catalina Ortiz, quien, al parecer participó de un montaje en el que ella era víctima del ataque de un hombre que le gritaba frases machistas y le lanzaba un líquido a la cara, trajo a la memoria de muchos el caso de Natalia Ponce y el de decenas de miles de mujeres que son verdaderamente agredidas, algunas hasta la muerte, historias que han provocado repudio general.

Pero, un par de días después de difundido el video, la mujer reconoció el montaje y aún trató de evadir su responsabilidad asegurando que eso ocurrió a sus espaldas. El daño hecho por este solo caso es inmenso, pues terminó enrareciendo el ambiente político, exaltando el fundamentalismo en las redes sociales, burlándose de las mujeres víctimas de machismo, desacreditando a los medios de comunicación que dieron credibilidad a la supuesta agredida y fortaleciendo la equivocada y peligrosa idea de que las elecciones se ganan con mentiras y escándalos prefabricados. Por eso, se hace necesario llamar la atención de los candidatos para que, en lugar de atropellar de esta manera la verdad y a los electores, aprovechen los medios de difusión disponibles, precisamente para depurar la política y fortalecer la democracia.

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Publicado por Redacción Vanguardia

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