viernes 31 de marzo de 2023 - 12:00 AM
Mujeres con berraquera
El salto cualitativo que requerimos para pasar de nuestras condiciones actuales a las que nos demanda la modernidad, está en la capacidad de todos, hombres y mujeres, en igualdad de condiciones
Es profunda la huella que han dejado las mujeres en la historia de Santander, desde las luchadoras insignes en tiempos de la insurrección comunera, hasta el liderazgo en gran cantidad de proyectos sociales, científicos, empresariales, artísticos y periodísticos, entre muchos otros campos. Las santandereanas han fijado un rumbo de perseverancia, dignidad, valentía, fortaleza, que ha permitido que algunos empeños regionales salgan adelante, aunque su papel, muchas veces, haya quedado más en las notas de pie de página que en los párrafos principales de la historia de nuestro Departamento.
Aún así, a pesar de que la historia también se haya contado con ojos masculinos que, muchas veces con intención malsana, ocultaron, subestimaron e incluso borraron la participación femenina, hoy, cuando las formas de comunicación se han multiplicado y muchas están en manos de todas las personas, el papel de la mujer en el mundo contemporáneo se hace cada vez más evidente y el que le corresponde a las santandereanas, por supuesto, comienza a destacarse ampliamente en la industria, el comercio, la educación, la cultura, la política, los procesos sociales, etc.
Las nuevas generaciones de mujeres en nuestro departamento se hacen sentir cada vez con mayor mérito y más contundencia.
A estas mujeres es que Vanguardia convocó el pasado martes a un foro en el que ellas mismas se expresaron y expusieron sus vidas, los momentos más críticos de su historia personal y la manera cómo, haciendo uso de sus arrestos, de su bagaje propio y de los elementos que les ha aportado su crianza y su cultura, han podido superarlos. Como herederas de esas mujeres legendarias, las jóvenes santandereanas tienen frente a sí un mundo desafiante y complejo, pero también emocionante y lleno de posibilidades que hace solo un par de décadas no existían.
Ellas tienen en sus manos y en sus pasos, la posibilidad de trazar los nuevos caminos por los que se pueden alcanzar las nuevas metas para Santander. El salto cualitativo que requerimos para pasar de nuestras condiciones actuales a las que nos demanda la modernidad, está en la capacidad de todos, hombres y mujeres, en igualdad de condiciones. Es por esto que este diario las reunió y les pidió poner su experiencia al servicio de esta idea común de confianza, esfuerzo, capacidad, liderazgo y progreso que buscamos como región. Las mujeres con berraquera fueron, son y serán fuente y razón de ser de la grandeza de Santander.
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