Aunque todavía faltan 11 meses para las elecciones territoriales del 2023 en todo el país, en Bucaramanga ya comenzó a moverse el tablero político con miras a las candidaturas que buscarán reemplazar a Juan Carlos Cárdenas en el gobierno local.
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Luego de ocho años de dominio de movimientos alternativos, los comicios del 2023 serán decisivos para determinar si la ciudad le da continuidad a esa tendencia política o si por el contrario le vuelve a dar la oportunidad a los partidos tradicionales.
Ante la gran cantidad de precandidatos y el futuro tan incierto de la economía del país, los expertos en la materia consideran que el carisma del candidato, la coyuntura política que atraviese la ciudad al momento de la elección y los nuevos candidatos, serán factores decisivos para definir el rumbo de la administración del municipio para el próximo cuatrienio.
“Lo que a mí juicio se percibe es la necesidad de una tercería en la ciudad. No volver a los políticos tradicionales (en su gran mayoría desprestigiados por escándalos de corrupción), pero tampoco candidatos que representen el modelo populista de Rodolfo Hernández o Juan Carlos Cárdenas. Los candidatos que tenemos van a oscilar en esos puntos”, considera el politólogo Julio Acelas.
La experiencia de los aspirantes también será clave para atender las necesidades de Bucaramanga en el próximo mandato.
“Es una parrilla joven, no solo hablando de la edad sino también en su experiencia en la política. Le tocará a los bumangueses analizar muy bien a cada uno de los aspirantes, y comenzar a tumbar esa creencia de que los jóvenes tienen que estar en el poder ya, improvisando. Acá en Santander a los elegidos prematuramente no les ha ido nada bien ni con Juan Carlos, ni con Mario, ni con Richard, ni con Rodolfo, nadie”, anota el doctor en Derecho y Ciencias Sociales y analista permanente de Vanguardia, Gerardo Martínez.
En concordancia a lo acontecido en los últimos ochos años, los posibles aspirantes a la Alcaldía de Bucaramanga se han inclinado mayoritariamente en lanzar su candidatura a través de movimientos ciudadanos (recolección de firmas), para mantenerse al margen de partidos políticos.
En este círculo de precandidatos se encuentra el admnistrador de empresas y opinador en redes sociales Manuel Parada, quien a pesar de tener gran cercanía con dirigentes de partidos tradicionales ha manifestado que su candidatura irá de manera independiente.
“Tengo 18 años de experiencia en el sector público y privado, me he preparado y conozco a Bucaramanga”, señala Parada, conocido en Twitter como ‘Manolete’
Con una estrategia similar se encuentra el abogado penalista Miguel Ángel Pedraza, quien meses atrás renunció a la codirección municipal del Partido Liberal en Bucaramanga para aspirar a la alcaldía como candidato independiente, respaldado por firmas.
“En febrero comenzaré todo el proceso para la inscripción del movimiento ciudadano. Esto, sin descartar la posibilidad de tener alianzas más adelante”, asegura Pedraza.
Algo parecido ocurre con el exconcejal de Bucaramanga Fabián Oviedo, quien decidió renunciar a su credencial y a su militancia con Cambio Radical para emprender su campaña a la alcaldía a través de un movimiento ciudadano, esto, sin descartar posibles coaliciones con otros candidatos y partidos.
“He recorrido la Bucaramanga profunda identificando los miedos de los bumangueses, las esperanzas y lo que realmente esperan de quien los gobierne, con base en esta interacción estoy construyendo un plan de trabajo”, asegura Oviedo.
Además, el excontratista de la administración de Juan Carlos Cárdenas, Carlos Sotomonte, anunció que aspira a ser alcalde a través de su movimiento, denominado Coraje. Aunque Sotomonte asegura que su candidatura será independiente, fuentes alrededor de su campaña le confirmaron a Vanguardia que cuenta con el apoyo de varios sectores del actual gobierno.
En octubre pasado, el controvertido exconcejal Luis Jesús Pinzón, más conocido como ‘Chucho Limonada’, quien fue condenado por estafa, inscribió ante la Registraduría el movimiento ciudadano con el cual buscará recolectar firmas para validar su candidatura.
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Después de ocho años el partido Liberal volvería a tener candidato propio para la Alcaldía de Bucaramanga.
Tres líderes ‘rojos’ miden desde ya fuerzas para quedarse con el aval liberal. Por un lado se encuentra el exalcalde Carlos Ibáñez, quien busca una vez más ser candidato a la alcaldía, esta vez como representante de la línea del senador Jaime Durán, que es la tendencia más cercana al Pacto Histórico al interior del partido.
Asimismo, la renuncia de Miguel Ángel Sánchez a la Secretaría General del Partido Liberal revivió los rumores de que el líder ‘rojo’, aprovechando su cercanía e influencia con el expresidente César Gaviria, buscará ser el candidato para las elecciones locales del próximo año. Sin embargo, Sánchez no ha descartado ni confirmado aún su futuro político.
A la tercería para lograr el aval liberal sería la del actual diputado Alfonso Pinto, de la línea del exgobernador Didier Tavera, quien luego de perder la presidencia de la Asamblea 2024, anunció que pujará por ser el próximo mandatario de los bumangueses.
Al partidor de precandidatos también se suman varios de los actuales concejales de la capital santandereana que anunciaron sus intenciones de lanzarse busnado reemplazar a Juan Carlos Cárdenas.
Es así como el cabildante de Colombia Justa Libres, Jaime Andrés Beltrán, le confirmó a esta redacción que el próximo año volverá a intentar llegar a la Alcaldía como lo hizo en el 2019 cuando obtuvo la segunda votación más alta de los comicios locales. Beltrán, con fuerza en sectores cristianos logró más de 35 mil votos.
Por su parte, el concejal de la Alianza Verde, Carlos Felipe Parra, confirmó que será candidato a la alcaldía de Bucaramanga el próximo año.
Parra, que fue el cabildante más votado de las elecciones del 2019, aseguró que está gestionando su aval al interior de la colectividad, única alternativa que tiene pues no renunció a su curul en los tiempos que ordena la ley.
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Aunque no descartan una posible candidatura, varios líderes y lideresas de la ciudad como Consuelo Ordóñez, exdirectora del Área Metropolitana de Bucaramanga, aún no decide si será aspirante en las elecciones locales.
“Soy actualmente servidora pública, directora de Integración Regional en el Distrito Capital, No sé qué pase el próximo año. Siempre que pueda servir a mi ciudad ahí estaré”, respondió Ordóñez al ser consultada por Vanguardia sobre su posible candidatura.
Situación similar ocurre con el reconocido médico Sergio Prada Marín, gerente de la Clínica San Luis, y el exjefe de Gobernanza de la administración Cárdenas, José David Cavanzo.
“Aún es prematuro hablar de candidaturas. Falta mucho tiempo, estoy descansando un rato. Candidatos no habrá hasta que se den las inscripciones. Por ahora, mis cartas están abiertas y sobre la mesa”, explicó Cavanzo, de quien tras su renuncia al cargo en la administración, se mencionó en círculos políticos que podría ser un candidato con respaldo de sectores empresariales.
En la parrilla de partida al cargo más importante de elección popular en Bucaramanga también aparece el empresario Luis Roberto Ordóñez, hijo de Luis Eduardo Ordóñez, quien desde la pasada campaña presidencial está buscando vía para ser candidato a la Alcaldía de Bucaramanga.
Aunque en un comienzo su nombre estaba siendo impulsado por la propia Socorro Oliveros, esposa de Rodolfo Hernández, para que aspirara levantando las banderas de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, los problemas internos en la colectividad rodolfista hicieron que el empresario buscara refugio en la excandidata a la vicepresidencia de la República, Marelen Castillo.
Incluso, fuentes al interior de la Alcaldía le confirmaron a esta redacción que el nombre de Ordóñez no disgusta en el gabinete municipal como posible reemplazo de Cárdenas.