Iván Duque lo condecoró en la Casa de Nariño. Partidos pujan por sus cuotas y el mandatario electo alista tres ceremonias. Le darán contentillo a Quintero
El presidente electo, Gustavo Petro, tiene previsto revelar este sábado los nombres de los 10 ministros que aún le faltan por designar –entre los que están carteras claves como Interior y Justicia–, proceso que se vio torpeado por la puja política y burocrática que tienen los partidos tradicionales que se terminaron subiendo a la coalición oficialista.
Fuentes del Pacto Histórico confirmaron que para este sábado, sin precisar la hora, se revelarán todos los nombres en una jornada de nombramientos maratónicos. Y en su primera aparición en público –este viernes– después de cuatro días fuera de las cámaras, el mismo Petro aseguró que “no hay problemas con el gabinete, está listo”.
Si bien no dio detalles de los nombres que faltan –solo lleva 8 designados–, el mandatario electo ya dio su visto bueno tras realizar un juego de milimetría política para que los partidos Conservador, Liberal, de La U y Alianza Verde tengan representatividad. O, sin matices, burocracia, lo cual es clave para garantizar la gobernabilidad y el avance de la ambiciosa agenda legislativa que prometió en campaña.
En ese sonajero de posibles ministros entró con fuerza el nombre de María Camila Villamizar, la secretaria de Gobierno de Daniel Quintero y quien ofició como alcaldesa encargada de Medellín cuando el titular fue suspendido por la Procuraduría por participación indebida en política. Se ha dicho que sería la cabeza del Ministerio TIC.
Quintero, quien a pesar de insistir en una foto con Petro en diversas oportunidades aún no la logra –incluso viajó sin éxito a Europa a buscarla–, quiere cobrar ese eventual nombramiento como cuota suya en el gabinete. Pero eso tiene más tela para cortar.
Por un lado, Villamizar también es allegada al Partido Liberal y podría leerse como cuota del expresidente César Gaviria, jefe de la colectividad roja. Además, por su origen nortesantandereano, se sabe que tiene el padrinazgo político de José Fernando ‘el Gordo’ Bautista, un político que ha trabajado con varios mandatarios y fue clave en la campaña regional de Petro.
Además, tiene otra arista. Quintero, en una de sus constantes correrías por Bogotá, puso sobre la mesa el nombre de su esposa, Diana Osorio –Gestora Social de Medellín–, como una opción para el gabinete y, en especial, para el Ministerio TIC. Pero a juzgar por el eventual aterrizaje de Villamizar a esa cartera, no fue escuchado. Incluso, en círculos petristas se asegura que el alcalde de Medellín puso a Alex Flórez (Senado) y a Alejandro Toro (Cámara) en el Congreso por medio de las listas del Pacto, lo cual ya sería suficiente ‘pago’ por su apoyo a Petro en las presidenciales.
Partidos y gabinetología
En todo caso, en el sonajero se están decantando otros nombres. Carlos Andrés Trujillo, el gamonal de Itagüí que presiden el Partido Conservador y la Comisión Sexta del Senado, que justamente trata los temas de tecnología en los que tiene interés el alcalde Quintero, está moviendo sus fichas.
Se dice que su cuota sería Guillermo Reyes, quien sonó para la cartera de Justicia, pero ahora pinta como posible ministro de Transporte. No obstante, el abogado no ha estado exento de cuestionamientos por presunto plagio, antecedentes que él niega y que tampoco le impidieron que consiguiera un asiento en el equipo de empalme.
Volviendo a las toldas de César Gaviria, quien ha estado en diálogos intermitentes con Petro desde mucho antes de que fuera presidente, pusieron a sonar el nombre de Catalina Velasco, una vieja conocida de Petro que trabajó en su Alcaldía como secretaria de Hábitat y quien es esposa de Eduardo Noriega, muy cercano al mandatario entrante.
Pero además de los conservadores y los liberales, la Alianza Verde también tendría su tajada. Al copresidente de ese partido, Antonio Navarro Wolf, le habrían ofrecido el Ministerio de Comercio, pero este descartó esa posibilidad alegando motivos de salud.
Así las cosas, por el lado del grupo del girasol podría quedar el nombre del exgobernador de Nariño Camilo Romero, quien se adhirió al patrismo desde los inicios del Pacto Histórico.
Entre tanto, Alfonso Prada, quien encabezó el empalme del Ministerio del Interior, sería el designado para ese rol que Petro ve como el de un relacionista público con la clase política nacional. Con esto hace a un lado su idea de ir por la Alcaldía de Bogotá en las regionales de 2023 para quedarse en la Casa de Nariño.
Prada fue el hombre de confianza en la recta final de la campaña y los primeros pasos del empalme, y viene de trabajar en el sector público durante la administración de Juan Manuel Santos.
Y si de personas cercanas al mandatario se trata, su mano derecha ha sido Daniel Rojas, el coordinador programático de la campaña y jefe del empalme nacional, quien asumiría como jefe de gabinete de la Casa de Nariño. El joven economista estuvo desde el día uno en la confirmación del proyecto político.
Rojas es, incluso, el que conoce de cerca todos los perfiles de quienes tuvieron algún rol en la llegada de Petro al poder, fue su vocero directo en las reuniones de empalme y maneja la documentación más íntima del político de 62 años.
Pero en la gabinetología aún no se encuentra un asiento fijo para La U que, como los otros, presentó algunos perfiles. Eso sí, esa dignidad terminaría llegando porque se trata de un partido de gobierno.
En este contexto, congresistas del Pacto le dijeron a este diario que están offsite de los nombramientos. En otros términos: parece que Petro escucha opiniones, pero elige solo.
Eso coincide con lo que pasa entre los ministros que ya se designaron, quienes reforzaron su hermetismo para hablar con medios de comunicación. Y algunos, como el canciller Álvaro Leyva, han omitido dar entrevistas. Según conoció este diario, les habrían solicitado dar menos declaraciones a la prensa hasta que se finiquite la investidura presidencial.
Mientras el rompecabezas termina de armarse, ya Petro fue protagonista de una tradición en las transmisiones de mando con las tres condecoraciones que recibió este viernes por parte de saliente mandatario Iván Duque: la orden de Boyacá, la de San Carlos y la orden nacional.
La cita se dio al medio día en la Casa de Nariño y, a juzgar por las imágenes divulgadas, el encuentro fue frío y poco emotivo. En todo caso, demostró que está en marcha una transición pacífica del poder.
Las investiduras de Petro
Ahora bien, a falta de una, el mandatario va a tener tres ceremonias de posesión: dos simbólicas y la real en la Casa de Nariño. La primera ya se llevó a cabo en la Sierra Nevada de Santa Marta, ante la comunidad Arhuaca el jueves, y la segunda será este sábado en Bogotá frente a 4.000 integrantes de comunidades indígenas, afro, campesinas y hasta gitanas.
Ese paso se considera simbólica porque será la primera ocasión en que los movimientos sociales le den el visto bueno a un presidente. Al evento lo bautizaron como posesión popular y espiritual y en él entregarán un mandato de los pueblos al gobierno entrante.
No es una propuesta de programa de gobierno, sino un catálogo con las peticiones que ellos hicieron en las protestas desde hace casi dos décadas. En otros términos: Petro va a recibir los requerimientos que les plantearon a sus tres últimos antecesores de cinco gobiernos.
La cantante Andrea Echeverri leerá un mandato social, médicos indígenas harán rituales de sanación para limpiar la energía del mandatario y de su vicepresidenta, Francia Márquez, para luego simbolizar el comienzo de una nueva era en la que –como ellos consideran– las comunidades toman el poder.
En todo caso, y sin restarle importancia a este acto, la atención se la llevarán este sábado los nuevos ministros. ¿Qué tanto habrá tenido que ceder Petro en la negociación burocrática?
