En la reanudación del juicio oral en contra de seis de los siete implicados en las presuntas irregularidades en el contrato de asesoría 096 de 2016, adjudicado por la Emab para la implementación de una nueva tecnología en el relleno sanitario El Carrasco, y que habría sido la ‘punta del iceberg’ del escándalo Vitalogic, la Fiscalía presentó el testimonio y las pruebas grafológicas, mediante las cuales demostraría que nunca existió pluralidad de oferentes en el proceso.
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Según el ente acusador, en la licitación, convocado en el 2016 por la Empresa Municipal de Aseo de Bucaramanga, Emab, se habría suplantado y falsificado dos hojas de vida de ingenieros y propuestas, que, según la investigación, terminaron favoreciendo la elección de Jorge Hernán Alarcón Ayala, como la persona encargada de elaborar los estudios y pliegos de la millonaria licitación.
El fiscal del caso reveló que en el archivo de la Emab reposa que para la convocatoria pública que terminó con la firma del contrato de asesoría 096 de 2016, se presentaron tres hojas de vida de ingenieros interesados en ejecutar el millonario convenio. Dos de estas hojas de vida corresponden a dos ingenieros de Bogotá, que nunca conocieron que fueron vinculados a este proceso contractual en la Emab. Solo se enteraron hasta que investigadores del CTI los notificaron de la investigación por el caso Vitalogic.
Al cierre del proceso se incluyeron las hojas de vida del ingeniero mecánico Álvaro Gutiérrez; el ingeniero civil Arturo Vargas y el ingeniero químico Jorge Hernán Alarcón Ayala, para que los invitara a presentar sus hojas de vida y propuestas.
No obstante la investigación de la Fiscalía a través de peritajes de estudios grafológicos a las firmas de los ingenieros Álvaro Gutiérrez y Arturo Vargas, incluidos en el proceso público, concluyeron que las firmas fueron falsificadas y los documentos adulterados.
“La signatura ilegible cuestionada registrada sobre los textos que se lee “Álvaro Gutiérrez V” obrante al costado izquierdo del anverso de un folio relacionado con la propuesta “...propuesta para la consultoría...” con destino a la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab; documento fechado “Bogotá, julio 28 de 2016”, el cual hace parte del contrato 096-16, descrita claramente bajo el título de material dubitado del presente informe no es uniprocedente con el desenvolvimiento escritural observado en las muestras grafológicas auténticas del señor Álvaro Gutiérrez Vega”, concluye el informe grafológico del CTI.
Así mismo, el agente especializado encargado de la realización de las pruebas confirmó que las firmas tanto de Álvaro Gutiérrez como de Arturo Vargas, fueron falsificadas, según el resultado de los estudios grafológicos.
“Las firmas que obran en los documentos son falsas. Son espurias”, testificó el agente del CTI ante el Juez del caso.
A pesar de haber comprobado científicamente la adulteración de las firmas de Álvaro Gutiérrez y Arturo Vargas, el perito del CTI señaló que no se ha podido verificar quién fue el autor de la falsificación de las rúbricas.
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Sin conocimiento
La Fiscalía llamó al estrado a testificar a Álvaro Gutiérrez y a Arturo Vargas. Aunque ambos ingenieros confirmaron haber sostenido una amistad con Jorge Hernán Alarcón, desestimaron haber tenido conocimiento, ni mucho menos, haber presentado sus propuestas para ejecutar el contrato de asesoría con la Emab, para el uso de nuevas tecnologías en El Carrasco.
“La propuesta no fue presentada por mí. Yo no la hice. Los anexos sí son de mi hoja de vida. Yo conozco a Hernán Alarcón hace como 20 años porque hemos coincidido en varias empresas como empleados, pero actualmente no tenemos ninguna relación. Los anexos que están en las propuestas sí son míos, porqué Hernán Alarcón en 2016 me dijo que había la posibilidad de un trabajo y me pidió mi hoja de vida, yo se la envié y ahora veo mis documentos en esta propuesta falsa”, relató Álvaro Gutiérrez.
Igualmente, señaló que en septiembre del 2018, cuando fue notificado del proceso penal por parte de la Fiscalía por el caso Vitalogic, se reunió con Hernán Alarcón, quien le habría confirmado haber presentado la propuesta falsa a nombre de él.
En el mismo sentido, el ingeniero Arturo Vargas, también incluido como en el proceso contractual de asesoría de la Emab, como presunto oferente interesado en ejecutar el contrato, negó haber tenido información sobre el mencionado proceso, por lo que nunca presentó ninguna oferta de interés. Además de señalar que su firma había sido falsificada.
“Esos documentos son de mi antigua hoja de vida. No sé cómo llegaron a ese proceso porque nunca tuve conocimiento de él. La firma en esa propuesta es falsa, no es la mía. Yo conozco al señor Jorge Alarcón desde hace más de 10 años porque fue mi jefe, pero recientemente no he tenido contacto con él”, testificó Vargas.
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Una única propuesta
El 28 de julio, según documentos de la Emab, a las 10:30 a.m. se escogió la propuesta más económica, que correspondía a la de Alarcón Ayala. Las hojas de vida de los ingenieros Álvaro Gutiérrez y Arturo Vargas nunca se corroboraron.
Ese mismo jueves, 28 de julio de 2016, en la tarde, se firmó el contrato N° 096, por un término de cinco meses, entre la Emab y Jorge Hernán Alarcón Ayala, por $344 millones 950 mil.
Este ingeniero químico se comprometía a “realizar la elaboración, evaluación técnica, ambiental, financiera y jurídica para implementar una nueva tecnología” para el manejo de las basuras en El Carrasco.
Precisamente Alarcón Ayala aparece señalado en el contrato de ‘lobby’ suscrito por el hijo del Alcalde de Bucaramanga. Es más, el mismo Rodolfo Hernández, en entrevista con Vanguardia el 20 de diciembre de 2017, admitió que hospedó en su apartamento a Jorge Hernán Alarcón Ayala, para elaborar los pliegos de la polémica licitación.
“... lo recibí, porque me parecía que con todas las retenciones y con todo ese trabajo que tenía que hacer el equipo, era muy poquita plata (que recibía por el contrato de consultoría de la Emab) y yo quería ahorrarle el hotel”, dijo en su momento.