Aunque tras la gestión de varios congresistas santandereanos se logró incluir en el Plan Nacional de Desarrollo el proyecto para la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, Ptar del río de Oro, logrando así que la megaobra que históricamente ha necesitado Bucaramanga pueda ser financiada con recursos de la Nación, la falta de estudios y diseños de la Ptar ponen en riesgo dicho financiamiento.
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A pesar de que el proyecto quedó includio en la hoja de ruta del Gobierno Nacional, primero se debe conocer el costo total de las obras para ser integrado al Plan Plurianual de Inversiones, a través del cual se definen las fuentes de financiación y las estimaciones de los recursos para el cuatrienio, partidas presupuestales que serán aprobadas y apropiadas todos los años en el Congreso de la República con el presupuesto general de la Nación.
“Esos estudios determinarán más o menos cuánto será el valor real del proyecto. La Sociedad Santandereana de Ingenieros lo ha estimado al menos en un billón de pesos. Esos estudios y diseños los tiene que presentar la Empas, que ya avanzó en un proceso con único oferente, y que hoy está sin mayores avances en su ejecución, ojalá que estén listos lo más pronto posibles para que se pueda incluir en la discusión del Presupuesto General de la Nación, que se desarrollará en noviembre y diciembre, porque ya tendremos que determinar para el siguiente año cuántos recursos del Plan Plurianual se van a invertir en la Ptar en el año 2024”, explica el Representante a la Cámara, Cristian Avendaño, uno de los impulsores de la iniciativa en el Congreso.
Avendaño advierte que de no estar listos los estudios y diseños de la Ptar de río de Oro antes del mes de septiembre, la financiación de la megaobra podría quedar en vilo.
“Debemos tener antes de noviembre listos los estudios de diseño y preinversion de la Ptar, que están ejecutándose en la Empas, para poder hacer una trazabilidad con el Ministerio de Vivienda. Específicamente con el Viceministerio de Aguas, donde se definirá cuánto dinero debería destinarse en cada Presupuesto General de la Nación. Sería muy grave que esos estudios y diseños no estén listos en agosto porque así no podemos avanzar en el debate de noviembre sobre los recursos que están en el Plan Plurianual de Inversiones”, señala.
Si bien, en el contrato de consultoría 4135 de octubre del 2021, suscrito entre la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander, Empas, y el Consorcio Diseños Ptar Río de Oro, con el objetivo de realizar los “estudios de preinversión correspondientes a prefactibilidad, factibilidad y diseños definitivos de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Ptar Río de Oro y sus obras complementarias para las ciudades de Bucaramanga y Girón”, por valor de $10.447 millones, debía ser ejecutado en 18 meses después del firmada el acta de inicio del convenio, el plazo se cumplió el pasado 11 de abril, y hoy el diseño final de la planta sigue sin consolidarse.
La Unidad Investigativa de Vanguardia tuvo acceso a un reciente informe de la Empas, en el que se reportan “varios inconvenientes ajenos al contratista” que conllevaron a que el contrato tuviera que ser adicionado en cuatro meses más, razón por la cual, solo hasta el próximo mes de agosto se conocerían los estudios y diseños de la planta, que permitirían conocer el valor final de la Ptar y otras obras necesarias para su funcionamiento.
“Dentro del contrato de consultoría 4135 se encuentra contemplado que el consultor dentro de los entregables deberá realizar los presupuestos tanto del costo de la obra como de la puesta en marcha de la planta de tratamiento, sin embargo, debido al estado del contrato, en el momento Empas S.A. no cuenta con dicha información hasta tanto se realice al 100 % cada una de las actividades contratadas y se entregue por parte de la consultoría los respectivos informes finales”, respondió la entidad a una reciente solicitud de información.
En el reporte, la empresa de servicios públicos explica que en el mes de agosto de 2022, fecha en la que la Empas se encontraba adelantando el trámite con la Alcaldía de Girón la gestión correspondiente a la declaratoria de utilidad pública, y por parte del consultor se realizaban labores de campo en el sector donde se construirá la planta de tratamiento de aguas residuales; el predio fue invadido, y se pudo avanzar hasta generar la restricción de libre tránsito y de desplazamiento de los profesionales de la firma consultora desde el Puente Nariño hasta el predio de la Ptar.
“Se presentaron retrasos en el cronograma, en el periodo del 21 de agosto de 2022 hasta el 14 de noviembre de 2022, momento cuando por parte de la consultoría se habilita una nueva vía de acceso y se reinician nuevamente las actividades en sitio. De acuerdo con los anteriores hechos descritos por el consultor y los cuales la interventoría sustenta, se evidenció que los retrasos presentados en el cronograma son ajenos al consultor; por tanto, la firma Sitelsa SAS avaló la solicitud de adición en plazo por el término de ochenta (80) días contados a partir del 12 de mayo de 2023 y hasta el día 30 de julio de 2023 para el contrato de consultoría 4135”, se lee en el documento oficial de Empas.
Así las cosas, solo hasta el próximo mes de agosto se estarían conociendo los estudios finales y el costo real de la Ptar de río de Oro.
Aunque en el informe la empresa pública de alcaltarillado afirma que anexa la copia del acta modificatoria 01 al contrato de consultoría 4135 del 2021, los archivos no fueron adjuntados, imposibilitando corroborar la información. Del mismo modo, la entidad en su respuesta tampoco anexó las copias de las actas parciales para verificar del avance físico versus la ejecución financiera del contrato.
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El informe la Empas además señala que al mes de mayo de 2023 la ejecución física del contrato de consultoría de la Ptar del río de Oro se encuentra con un avance del 81 %, aguardando por culminar las dos últimas fases del proyecto, es decir, elaboración detallada hasta el periodo de diseño, que alcanza un porcentaje de ejecución del 75 % y la preparación de los documentos de las obras y suministros, previa expedición del concepto favorable por parte del Viceministerio de Aguas y Saneamiento Básico, actividad que se encuentra ejecutada en tan solo 1 %.
Según la Empas, a la fecha se han pagado más de $5 mil millones, que se le han entregado al contratista (50 % del valor del contrato de consultoría) a través del pago de cinco actas parciales de ejecución del convenio.
A pesar de los retrasos en la ejecución, la Empas no ha iniciado ningún proceso o ha impuesto sanción alguna en contra del Consorcio Diseños Ptar Río de Oro.
“A la fecha no existe sanciones ni multas en contra del contratista, así como tampoco se han iniciado procesos sancionatorios por presunto incumplimiento, por las razones expuestas en el punto anterior y conforme a la solicitud por parte de la Interventoría Sitelsa SAS, en el que se avala que los retrasos presentados en cada una de las actividades contratadas corresponden a una situación ajena a la consultoría que impidió inicialmente llevar a cabo el cronograma dispuesto”, señala la Empas.
Al día siguiente de que la Gobernación de Santander, la Alcaldía de Bucaramanga y el Ministerio de Vivienda se pararan de la mesa y rechazaran las condiciones de la Empas para contratar los estudios de la Ptar, la entidad encargada del alcantarillado, en cabeza de su gerente, Ludy Elena Alemán, y la Cortporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, suscribieron un acuerdo privado para financiar con recursos propios los estudios y diseños para la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, para lo que destinaron $11.574 millones, Empas aportando $7.574 millones, y la Cdmb $4 mil millones.
Ya con el acuerdo privado y los recursos apropiados, la Empas, haciendo uso de sus facultades como empresa de servicios públicos, que no está reglada por la Ley 80 o Ley de Contratación, resolvió convocar la Competencia Abierta 003-2021, para contratar los “estudios de preinversión correspondientes a prefactibilidad, factibilidad y diseños definitivos de la Planta de Tratamiento de aguas Residuales, Ptar río de Oro, y sus obras complementarias para las ciudades de Bucaramanga y Girón”, aprovechando su régimen y esquivando otras modalidades de contratación.
La falta de publicidad del proceso, debido a que no se utilizó Secop, provocó el reclamo de algunas veedurías ciudadanas que cuestionaron los términos de referencia (pliegos de condiciones), por ser tan específicos, y denunciaron un presunto direccionamiento del millonario contrato.
“La entidad (Empas), no aplicó Pliegos Tipo como buena práctica contractual. Así mismo, llama la atención que exijan en uno de los contratos, inversiones superiores a los 70.000.000 millones de dólares. Se puede concluir que las condiciones planteadas en la experiencia busca abrirles la participación a empresas extranjeras específicas, tal y como efectivamente sucedió en el presente proceso. Además, se exige un capital de trabajo igual o superior al 75 % del presupuesto oficial, estamos hablando de un capital aproximado de al menos $7.891.484.319, situación que complica la participación de potenciales oferentes”, se advirtió en su momento en uno de los reclamos de las veedurías.
Pero a pesar de las observaciones de veedores y varios empresarios interesados en participar, la Empas continúo adelante con el proceso de contratación directa sin modificaciones de fondo.
Según el acta de evaluación final de la Convocatoria Abierta 003 de 2021, por orden de la gerencia, de manera previa, se había invitado a las empresas SGS Colombia, Apluss Norcontrol Colombia Ltda, y WSP Colombia, para que participaran en el ya cuestionado proceso, sin embargo, en el cierre del mismo, el Consorcio Ptar Río Oro (integrado por las firmas españolas Airtificial Intelligence Structures S.A Sucursal en Colombia, con 22 % de participación; Getinsa Euroestudios SAS, con 33 %; y Process Automation Technology SAS, con 45 %), fue el único oferente que presentó una propuesta.
En la etapa de evaluación, el consorcio obtuvo una puntuación casi perfecta en los aspectos jurídicos, técnicos y financieros, incluso, su oferta económica fue muy similar al presupuesto oficial de la Empas para este contrato. Mientras la empresa de alcantarillado disponía como presupuesto final $10.521 millones, el único oferente presentó su propuesta por valor de $10.484 millones, es decir, tan solo $37 millones por debajo de la partida oficial.
Así mismo, con excepción de Airtificial Intelligence Structures S.A Sucursal en Colombia, que realiza la interventoría del proyecto de la Ptar de Barrancabermeja, las otras dos firmas no tienen experiencia certificada de trabajos en este tipo de proyectos en el país.
Sin embargo, en el caso de la Ptar de Barrancabermeja no han faltado los problemas. La firma, representada por Raúl Buritica, comenzó un contrato de $8.702 millones y ya ha tenido adiciones de $1.770 millones, para un costo actual de $10.472 millones, sin descartar que se puedan presentar nuevas adiciones.
Para Rodrigo Fernández, expresidente de la Sociedad Santandereana de Ingenieros y consultor en contratación pública, debido a la complejidad de la obra de la Ptar del río de Oro, fue un error contratar los estudios y diseños del proyecto aparte de la licitación para su construcción.
“Este proyecto tiene cuatro componentes: la planta, los colectores, la protección de esos colectores y las obras complementarias de estabilización de los lotes donde se construirá la planta. Es supremamente complejo y muy costoso. Jamás vamos a tener el billón de pesos para la Ptar. Lo que se tenía que hacer era convocar una APP en la que fuera el propio contratista el que realizara los estudios y diseños, ejecutara el contrato y se le pagara según la calidad del agua. Hacer unos estudios antes es un error porque lo más seguro es que el contratista que llegue después tenga que hacer unos nuevos diseños y se van a perder esos $11 mil millones”, advirtió Fernández.
Por ahora se espera que los estudios y diseños sean entregados en agosto, como se ha comprometido el contratista.
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En desarrollo del polémico proceso de contratación de los estudios y diseños de la Ptar para Bucaramanga y Girón se escucharon críticas frente a la selección de los tres miembros del comité evaluador para la convocatoria, pues se llamó la atención sobre su cercanía con el controvertido exgobernador de Santander, Didier Tavera.
Vanguardia consultó varias fuentes al interior de la Corporación ambiental Cdmb y la empresa de alcantarillado Empas, quienes confirmaron la relación de quienes evaluaron la propuesta con el exmandatario.
Las fuentes concidieron en que Álvaro Benavides Mateus, Asesor de Gerencia Contratación y Aspectos Jurídicos; Ignacio Díaz Medina, Subgerente de Tratamiento Integral de Aguas Residuales, y Oscar Iván Rodríguez Mancilla, Subgerente administrativo y financiero, fueron nombrados en el comité por Ludy Elena Alemán, por orden de su jefe político Didier Tavera.
Álvaro Medina, Ignacio Díaz y Óscar Rodríguez, conformaron el comité evaluador que avaló la propuesta del Consorcio Ptar Río Oro, que terminó siendo la única presentada.
Registros del Secop señalan que Álvaro Benavides Mateus, quien fue el encargado de la evaluación de los aspectos jurídicos del proceso, es un recurrente contratista de las Unidades Tecnológicas de Santander, UTS, institución cuyo rector, desde el 2015, es Omar Lengerke, esposo de Magda Tavera, sobrina de la excandidata a la Alcaldía, Claudia Lucero López (esposa del senador Miguel Ángel Pinto y tía del exgobernador Didier Tavera). Entre 2017 y 2019, Benavides Mateus firmó cinco contratos por más de $271 millones con las UTS.
Por su parte, Ignacio Díaz Medina, quien fue el encargado de la evaluación técnica, fue captado promoviendo las candidaturas a favor de Miguel Ángel Pinto y Diego Fran Ariza (ambos cercanos a Tavera), en sus aspiraciones al Congreso.
Según el Plan de Desarrollo de la Alcaldía de Bucaramanga, en el municipio aproximadamente el 89 % de las aguas residuales son vertidas sin tratamiento adecuado al río de Oro, lo que convierte a ese afluente en uno de los más contaminados del país (estudio del Ideam, 2018), debido a que es utilizado como vía de evacuación de aguas servidas residenciales e industriales provenientes de los municipios de Piedecuesta, Floridablanca, Girón, Bucaramanga y de la zona industrial de Chimitá.
De hecho, un informe del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, reveló que en el 2020 en el barrio Conquistador, Piedecuesta, el río de Oro tiene una concentración de oxígeno disuelto (OD) de 7,9 mg/l, pero a la altura del barrio Convivir, Girón, dicho indicador del afluente desciende drásticamente hasta 0,91 mg/l.
Expertos advierten que con la Ptar de Río de Oro solo se trataría la mitad de las aguas residuales de la meseta de Bucaramanga.
“Hay que tener en cuenta un punto y es que esta planta de tratamiento resuelve solo el 50 % de las aguas servidas de Bucaramanga y trataría la totalidad de las aguas servidas de Girón, porque para las aguas de la meseta propiamente, no lo resuelve la planta. Las aguas de la meseta descienden por una estructura de vertimiento a lo largo de la escarpa occidental y precisamente habíamos propuesto un estudio que definiera cuáles eran esas alternativas para tratar las aguas residuales de toda Bucaramanga”, explicó a Vanguardia el expresidente de la Sociedad Santandereana de Ingenieros y consultor Félix Jaimes Lasprilla.