Gladys Herrera Agudelo era una joven de tan solo 18 años de edad cuando, por el accionar de un grupo armado ilegal, debió salir de manera forzada de su lugar de residencia en la vereda Las Vegas, en zona limítrofe entre Barrancabermeja y Puerto Berrío, sobre el río Magdalena.
“Yo fui desplazada en el año 1982 de la vereda Las Vegas, por grupos armados; a mí me tocó salir por el río huyendo, con mi hijo salí sin rumbo fijo aguas abajo por el río y llegué al casco urbano de Barrancabermeja, cogí un bus y vine a parar a Arauca, que es donde he vivido este tiempo en el campo”, relató la mujer.
Desde ese momento, la mujer le perdió la pista al resto de sus familiares, han sido cuarenta largos años, en que ni siquiera ha logrado escuchar la voz de su progenitora Virginia Herrera; de su padrastro Juan Gómez y sus hermanos Felipa y Pedro Alejandrino Herrera Agudelo; sus hermanastros Juan, Oscar, Nancy German y Luis Fernando Gómez Herrera.
La mujer, estando en Arauca, reconstruyó su vida, perdió a su hijo mayor, quien fue asesinado, y dio a luz a una pequeña y a Alinton Asprilla Herrera, un defensor de Derechos Humanos, quien ha sido el impulsor de que Gladys iniciara la búsqueda de sus seres queridos.
“Nosotros ya habíamos buscado años atrás y no habíamos logrado nada, habíamos hecho varios viajes, habíamos acudido a diferentes medios pero la búsqueda no había dado frutos; yo llevo seis años buscando, y decidimos nuevamente insistir a través de redes sociales y con solo un día de haber publicado creemos que ya los encontramos”, dijo el joven.
La esperanza del reencuentro
La publicación que hizo Alinton en redes sociales, que compartió en varios grupos clasificados de Facebook de Barrancabermeja, y que fue replicada a través de medios de comunicación local, en menos de 24 horas alimentó la esperanza de un reencuentro, después de 40 años.
“Creemos y estamos seguros que Dios nos da la oportunidad y encontrarlos nuevamente; los medios han sido generosos y ya tenemos indicios de que aparecieron”, dijo.
Todo parece indicar que la familia de la señora Gladys, reside al norte de Bucaramanga, por lo que al cierre de esta edición planeaban el reencuentro, “nos llegó mucha información, y ya por lo menos sabemos que la mamá de mi mamá vive, al igual que uno de sus hermanos, estamos tratando de cuadrar todo, de hablar con ellos porque ya mi abuela está bastante adulta, sabemos que perdió una pierna y se le dificulta la movilidad, pero estamos tratando de mirar cómo hacemos para que se dé el reencuentro; estamos felices”, dijo.
Gladys reside en el municipio de Arauquita, en el departamento de Arauca y sus familiares planean organizar el encuentro para que la mujer viaje hasta el departamento de Santander a encontrarse con sus familiares.