Como “preocupante” calificaron los funcionarios de la Administración Municipal, directivos y docentes de los colegios, el estado de algunas plantas físicas de varios planteles en Socorro. Techos a punto de desplomarse, ineficiencia en baterías de baños y falta de pupitres, son algunas de las dificultades con las que varios estudiantes tienen que lidiar para cumplir con su proceso académico.
El Colegio Alberto Santos Buitrago en zona rural y el Colegio Universitario del Socorro, CUS, no pasaron la prueba. En el primero de ellos fue evidente que solo hay dos baterías de baño para una población estudiantil de más de 200 personas. Además, que la sede está a la intemperie, es decir no tiene ningún tipo de encerramiento que logre mantener seguras sus instalaciones. En cuanto al CUS y cada una de sus sedes, hay techos que amenazan con caer, no hay suficiente dotación de pupitres y las baterías sanitarias no cumplen con requerimientos establecidos para su funcionamiento, además de ser mínimas ante la necesidad de miles de estudiantes.
Jorge Andrés Porras Herrera, secretario de Gobierno del Socorro, mencionó que las visitas a los planteles se hacen para realizar un diagnóstico y señalar las necesidades más prioritarias en cada una de ellas. Dijo que, aunque a algunas se les puede dar solución inmediata, a otras sería necesario hacer gestión para la consecución de recursos. “Previamente los rectores nos manifestaron algunas situaciones que estaban ocurriendo en el interior de los colegios y escuelas. Ya realizamos varias visitas en donde concluimos que el CUS, el Colegio Avelina Moreno, Coam, y algunos de la zona rural necesitan atención inmediata. Hay que conseguir recursos y pensar en un proyecto en donde se beneficien todos, para que el desarrollo de las actividades durante este 2020 sea de buena calidad”.
Vanguardia conoció que en instituciones como el Coam, padres de docentes, padres de familia, estudiantes e incluso con el apoyo de uniformados del Batallón de Artillería Número 5 Capitán José Antonio Galán, han gestionado tanto materiales como mano de obra, para tapar algunos huecos y así permitir el uso de los escenarios deportivos, mitigando además los peligros en el colegio.
