Dos oficiales del Inpec y cuatro internos dieron positivo para COVID-19 y despertaron las alarmas en el Centro Penitenciario de San Gil.
Ayer, las autoridades de salud del municipio y los directivos de la cárcel se reunieron para evaluar la situación y las acciones a tomar, buscando evitar una crisis al interior de la comunidad carcelaria.
Luis José Medina Zambrano, personero de San Gil, que asistió al centro penitenciario tras recibir llamadas de familiares de internos de la cárcel preocupados por el riesgo que podrían estar corriendo, informó que los reclusos que dieron positivo hacen parte del personal nuevo.
Se debe recordar que desde hace algunas semanas inició el traslado de internos desde Bucaramanga hacia este lugar, provenientes desde las estaciones de policía, donde permanecían recluidos por la emergencia sanitaria.
Hasta el momento, 38 internos fueron trasladados, a todos se les hizo la prueba y cuatro dieron positivos. “Los cuatro contagiados están aislados y los 34 restantes tampoco han sido llevados a donde está el resto de la población carcelaria”, indicó Medina.
Los miembros del Inpec están aislados en casa y se espera el cerco epidemiológico respectivo.
Los resultados de BAC
Mientras se vigila que en el centro penitenciario de San Gil se hagan las pruebas pertinentes, la Secretaría de Salud del municipio continúa con la estrategia de Búsqueda Activa de Contagios, BAC.
Hasta ahora, el equipo de profesionales de salud visitó 18 barrios. Margarita Vega Roberto, secretaria de Salud del municipio, indicó que van 166 casas rastreadas, con 5.930 personas encuestadas.
“Encontramos 42 personas con sintomatología y a todas se les ha practicado la prueba”, señaló Vega.
La funcionaria resaltó que son pocas personas las que han rechazado la inspección hecha por el escuadrón de búsqueda y cuando esto sucede no están en facultad de obligarlos a colaborar.
