La aclaración fue hecha por Fernando Estupiñán, gerente de Planeación y Proyectos del Fondo Nacional de Turismo, Fontur, luego de la polémica que se armó por la solicitud que los entes nacionales hicieron a la alcaldía y la Gobernación de Santander para que firmaran el desistimiento del convenio firmado para el desarrollo de la obra.
La razón de dicha propuesta es la presunta desactualización de los estudios y diseños bajo los cuales se planteó la iniciativa. Según explicó el funcionario, el estado de deterioro del inmueble no coincide con lo planteado en el diagnóstico elaborado en 2014.
“La casona sí necesita ser restaurada y pueden contar con Fontur, pero el convenio no refleja la realidad en termino de valores”, expresó el directivo, advirtiendo la imposibilidad técnica de seguir trabajando bajo el mismo convenio que se vence en julio de este año.
De acuerdo con los cálculos de Fontur, teniendo en cuenta el deterioro del inmueble y el incremento de los valores de construcción, la obra en su primera fase requeriría un incremento al presupuesto inicial aprobado y por ese motivo es necesario que las partes firmen un nuevo documento, teniendo en cuenta las condiciones actuales.
El desarrollo del proyecto de la Antigua Casona, una de las construcciones más antiguas de San Gil, tiene una inversión asignada de $9.447 millones para su primera fase. “Necesitamos adelantar todas las actividades para replantear el proyecto y firmar un nuevo convenio que nos permitiera elaborar un presupuesto realista y que de esa manera vayamos a solicitar recursos con un presupuesto bien elaborado”, indicó Estupiñán.
El vocero del Fondo de Turismo agregó que el documento actual está elaborado para la construcción y es necesario trabajar desde los diseños, de ahí la necesidad del cambio. El nuevo convenio tendría que firmarse antes de la entrada de la Ley de Garantías para no perder más tiempo.
Ante el temor de los entes locales y departamentales de que se pierdan los recursos, Estupiñán aseguró que el proyecto está firmado y los recursos asegurados y desde el fondo de turismo existe toda la disposición de generar las modificaciones necesarias para conseguir los dineros restantes.
A la espera de soluciones definitivas lo único cierto es que la Antigua Casona se viene cayendo a pedazos y actualmente permanece cerrada por el riesgo de colapso.
Mientras se llega a un acuerdo es necesario que se desarrollen obras de primeros auxilios, especialmente en los techos, evitando así que el deterioro continúe.