En Santander hay 87 razones para disfrutar de accidentes de la naturaleza que se han convertido en parajes naturales enigmáticos. Vanguardia le presenta los cinco municipios más antiguos del departamento y sus atractivos.
Además de los referentes turísticos de deportes extremos y tradición colonial, Santander tiene más destinos que vale la pena visitar para deleitarse con su gastronomía, aventura, exploración e historias que enaltecen el orgullo santandereano.
Consultamos con el arquitecto Gilberto Camargo Amorocho, coordinador del Comité Colombiano de Caminantes de Caminos Ancestrales y montañas, para escudriñar en la historia y contarle cuáles son los cinco municipios más antiguos de Santander y por qué debería visitarlos.
Chipatá - 1537:
Fue el primer municipio fundado en 1537, desde allí partió Gonzalo Jiménez de Quesada con rumbo a las poblaciones del interior. Tras su paso por el nororiente colombiano comenzó el proceso de fusión entre los conquistadores europeos y las comunidades nativas de la región.
¿Qué hay para hacer?
El Parque Agroturístico y Cultural es razón suficiente para visitar Chipatá. Es ideal para disfrutar con tu familia de un fin de semana de descanso e integración. Está ubicado en el casco urbano de Chipatá, a 20 minutos de Vélez.
El Rancho los tres Potrillos es otro de los favoritos de los visitantes. Un lugar ideal para hospedarse con amigos y familiares, disfrutar del folclor de la región y la comida. Hay algunas caballerizas en donde comen ejemplares muy finos y casi todos exóticos.
Vélez (1539):
Antiguamente, el parque principal de Vélez acogía a los campesinos que vendían productos agrícolas, artesanales y otras mercancías. Posteriormente, a principios de los 80, fue remodelado para resaltar la importancia y trascendencia del Festival Nacional de la Guabina y el Tiple. Así se convirtió en el Parque Nacional del Folclor.
Allí en ese parque, en el corazón del municipio, está la segunda razón para visitar Vélez: la Catedral “atravesada” Nuestra Señora de las Nieves. Fue construida en el año 1560 y es la segunda catedral con estas características en el mundo.
Otra razón por la que hay que ir a Vélez es por sus fábricas de bocadillo. Están ubicadas en “Los Guayabos” y algunas en el casco urbano. Producen el bocadillo más tradicional, envuelto en hoja de bijao.
¿Qué hay para hacer?
Por el camino real está la cueva que fue refugio de los indígenas para protegerse de los ataques de los españoles, por su patrimonio histórico, se conoce como legado de nuestros aborígenes. En su interior hay cascadas subterráneas, un salón de estalagmitas, estalactitas y el fósil de lo que fue la momia del Cacique Agatá.
Suratá - 1622:
Su territorio hace parte del Páramo de Santurbán, lo que lo vuelve más interesante.
¿Qué hay para hacer?
Suratá cuenta con excelentes anfitriones que hacen que cada momento sea único y agradable, además de deliciosa comida y precios bastante accesibles.
Ser un pueblo con poco movimiento comercial lo convierte en el espacio propicio para alejarse del estrés de la ciudad. “No tienes que irte a pagar un lugar caro, cuando puedes quedarte allá. Uno se siente como en casa, encuentra de todo. Los ríos y montañas, los amaneceres espectaculares, la renta de motos, los paseos guiados a caballo. Hay de todo”, comenta Denis Silva, turista.
Quienes quieran hospedarse y disfrutar de un fin de semana entero, pueden reservar en Wabisabi Glamping, ubicado en la vía que Suratá conduce a California. La Hacienda La Laguna, a 45 minutos del pueblo, es otra de las opciones favoritas de los turistas.
Málaga (1542):
Málaga se caracteriza por ser una de las rutas dulces de Santander, además de ofrecer uno de los mejores ángulos del departamento.
Además de los referentes turísticos de deportes extremos y tradición colonial, Santander tiene más destinos que vale la pena visitar para deleitarse con su gastronomía, aventura, exploración e historias que enaltecen el orgullo santandereano.
Consultamos con el arquitecto Gilberto Camargo Amorocho, coordinador del Comité Colombiano de Caminantes de Caminos Ancestrales y montañas, para escudriñar en la historia y contarle cuáles son los cinco municipios más antiguos de Santander y por qué debería visitarlos.
Chipatá - 1537:
Fue el primer municipio fundado en 1537, desde allí partió Gonzalo Jiménez de Quesada con rumbo a las poblaciones del interior. Tras su paso por el nororiente colombiano comenzó el proceso de fusión entre los conquistadores europeos y las comunidades nativas de la región.
¿Qué hay para hacer?
El Parque Agroturístico y Cultural es razón suficiente para visitar Chipatá. Es ideal para disfrutar con tu familia de un fin de semana de descanso e integración. Está ubicado en el casco urbano de Chipatá, a 20 minutos de Vélez.
El Rancho los tres Potrillos es otro de los favoritos de los visitantes. Un lugar ideal para hospedarse con amigos y familiares, disfrutar del folclor de la región y la comida. Hay algunas caballerizas en donde comen ejemplares muy finos y casi todos exóticos.
Vélez (1539):
Antiguamente, el parque principal de Vélez acogía a los campesinos que vendían productos agrícolas, artesanales y otras mercancías. Posteriormente, a principios de los 80, fue remodelado para resaltar la importancia y trascendencia del Festival Nacional de la Guabina y el Tiple. Así se convirtió en el Parque Nacional del Folclor.
Allí en ese parque, en el corazón del municipio, está la segunda razón para visitar Vélez: la Catedral “atravesada” Nuestra Señora de las Nieves. Fue construida en el año 1560 y es la segunda catedral con estas características en el mundo.
Otra razón por la que hay que ir a Vélez es por sus fábricas de bocadillo. Están ubicadas en “Los Guayabos” y algunas en el casco urbano. Producen el bocadillo más tradicional, envuelto en hoja de bijao.
¿Qué hay para hacer?
Por el camino real está la cueva que fue refugio de los indígenas para protegerse de los ataques de los españoles, por su patrimonio histórico, se conoce como legado de nuestros aborígenes. En su interior hay cascadas subterráneas, un salón de estalagmitas, estalactitas y el fósil de lo que fue la momia del Cacique Agatá.
Suratá - 1622:
Su territorio hace parte del Páramo de Santurbán, lo que lo vuelve más interesante.
¿Qué hay para hacer?
Suratá cuenta con excelentes anfitriones que hacen que cada momento sea único y agradable, además de deliciosa comida y precios bastante accesibles.
Ser un pueblo con poco movimiento comercial lo convierte en el espacio propicio para alejarse del estrés de la ciudad. “No tienes que irte a pagar un lugar caro, cuando puedes quedarte allá. Uno se siente como en casa, encuentra de todo. Los ríos y montañas, los amaneceres espectaculares, la renta de motos, los paseos guiados a caballo. Hay de todo”, comenta Denis Silva, turista.
Quienes quieran hospedarse y disfrutar de un fin de semana entero, pueden reservar en Wabisabi Glamping, ubicado en la vía que Suratá conduce a California. La Hacienda La Laguna, a 45 minutos del pueblo, es otra de las opciones favoritas de los turistas.
Málaga (1542):
Málaga se caracteriza por ser una de las rutas dulces de Santander, además de ofrecer uno de los mejores ángulos del departamento.
¿Qué hay para hacer?
Entre los lugares que sobresalen está la quebrada los Cojos donde podrá realizar diversas actividades como caminatas, torrentismo, canyoning o rappel.
Otro enigmático lugar es la ‘Peñalisa’ o ‘Loma del Contento’ donde también se pueden emprender caminatas, hacer avistamiento de aves y paisajismo.
Entre otros lugares está la quebrada La Virgen, las Cuevas del Calichal alto y bajo en el que puedes realizar espeleología, escalada, rappel y caminatas. ¡Toda una travesía!
Charalá (1602):
En 2013, Charalá fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación. Sus aportes en la gesta de los comuneros fueron significativos, no por nada es llamado la Cuna de la Libertad de América.
¿Qué hay para hacer?
Santander nos permite disfrutar de su gastronomía en cada uno de sus municipios, Charalá no es la excepción. En Arrecho Restaurante encontrará comida típica santandereana y comida rápida bumanguesa. El Restaurante Sol y Pez es otra de las opciones gastronómicas. Y para después del almuerzo, El Buen Café, frente al parque principal, ofrece una exquisita carta para ‘tardear’ con sabores muy santandereanos.
Para hospedarse, el Hotel la Hacienda del Pienta, el colonial y moderno Hotel Cacique Chalalá y el Hotel Florián.
No se puede ir del municipio sin disfrutar del pozo Las Lajas y el ‘Pozo Negro’, allí puede hacer caminata ecologica y rapel. Y por si fuera poco, hay agencias que ofrecen vuelo en globo aerostático.
Entre los lugares que sobresalen está la quebrada los Cojos donde podrá realizar diversas actividades como caminatas, torrentismo, canyoning o rappel.
Otro enigmático lugar es la ‘Peñalisa’ o ‘Loma del Contento’ donde también se pueden emprender caminatas, hacer avistamiento de aves y paisajismo.
Entre otros lugares está la quebrada La Virgen, las Cuevas del Calichal alto y bajo en el que puedes realizar espeleología, escalada, rappel y caminatas. ¡Toda una travesía!